En la última jornada del juicio oral por la megacausa Jefatura, antes de sentencia, los abogados defensores solicitaron la absolución de los genocidas. Los letrados de los hermanos De Cándido mencionaron que sus defendidos necesitaban donde vivir. Ambos están procesados por ocupar dos casas de una familia desaparecida. Según el defensor de Albornoz su cliente fue víctima del proceso. Menéndez justificó el Proceso.
La jornada fue intensa, larga, agotadora
para todos los participantes de este juicio histórico. Comenzó a las 9
aproximadamente y terminó 11 horas después con la típica declaración de Menéndez
no reconociendo al Tribunal como autoridad legal.
El primer alegato lo hicieron los
co-defensores Flores y Lopinto, cuyos clientes son Luis y Carlos De Cándido. Una
declaración que estuvo marcada por fundamentaciones técnicas. Lopinto
desacreditó la declaración de
Conte, quien vivía en casa de la familia Coronel cuando secuestraron Marta
y Rolando, padre e hija. Esto porque el testigo no aparece en la lista
presentada por Clemente. Además expresó que Conte nunca estuvo detenido y sus
dichos fueron preparados.
El argumento más sólido que utilizó para
esto es que “fue un desagradecido con Wolkys,
quien lo ayudó a liberarlo porque no le envió un regalo de navidad”. Conte es
un testigo clave porque reconoció una tonada cordobesa al ser secuestrado, De Cándido
venía de la docta y varios hablaron del cordobés como torturador y secuestrador
(ver aparte). “Supongamos que Conte si fue secuestrado, el Tercer Cuerpo del Ejército
estaba en Córdoba y esa ciudad tenía más de un millón de habitantes, por lo
tanto no se demuestra la privación ilegítima de la libertad”, opinó.
Además según el abogado no existen
pruebas concretas para demostrar la materialidad de los homicidios.
Luego llegó el turno de su compañero, Flores.
Con descaro afirmó que no hubo usurpación de vivienda porque la casa estaba abandonada.
De Cándio ingresó a la vivienda de Chacabuco al 400 en 1979 por autorización de
Cursi. “Eso era lo normal en esa época, lo correcto”, afirmó. Igualando el
concepto de normalidad con el de impunidad. Y agregó que entre el ’84-`85
realizó presentaciones en el IPV. “No hubo dolo”. Además Flores en todo momento
opinó que tanto Luis como Carlos De Cándido eran unas pobres personas que
necesitaban una casa para vivir con su familia.
Estos dichos causaron la reacción propia
del fiscal y la querella. “Estoy aterrado”, sostuvo Terraf, con este criterio “también
matar a los propietarios de las casas para habitarlas era normal”. E ironizó: “pobrecito
De Cándido que no tenía donde vivir”. Por su parte el querellante Lobo Bogeau, refutó
al defensor: “Albornoz dijo que liberó a Conte”, por lo tanto si estuvo en
Jefatura.
Respecto a Carlos De Cándido, Flores se
preguntó “¿a quién encubre?, ¿qué delitos cometió su hermano Luis? Es un
disparate jurídico”. A esto el querellante Gugnini dijo que no quedó claro cuándo
ingresaron estos hermanos a la casa de los Coronel y agregó que “todos los
delitos fueron encubiertos porque sabían como policías que la casa era de un
desaparecido”.
Para
Ávila Gallo (h), Albornoz fue una víctima del Proceso
El alegato del abogado defensor del
represor Roberto ‘el tuerto’ Albornoz sorprendió. Utilizó palabras muy duras
contra Bussi y acusó a la sociedad de haber sido indiferente en aquella época
con lo que ocurría e indiferente ahora con estos juicios, por lo tanto para él,
culpables somos todos (Ver aparte).
Menéndez
justificó el golpe
Como en cada uno de los juicios que
enfrenta por crímenes de lesa humanidad Luciano Benjamín Menéndez justificó y
Golpe y sostuvo que el país está gobernador por guerrilleros. Su defensor,
Horacio Guerineau también expresó que el juicio es una persecución política a “quienes
distinto” (ver aparte).
Sentencia
Al mediodía, los jueces del Tribunal Oral Federal Carlos Jiménez Montilla, Josefina Curi y Gabriel Casas darán a conocer la parte resolutiva de la sentencia, para fijar las condenas o absoluciones de Menéndez, del ex jefe de la Inteligencia policial Roberto Heriberto Albornoz y de los policías y hermanos Luis y Carlos de Cándido.
Entre los delitos que pesan sobre los tres primeros figuran privación ilegítima de la libertad, tormentos seguidos de muerte, torturas, asociación ilícita y genocidio, por lo que la acusación pidió prisión perpetua y destitución. Y al último imputado se le achaca encubrimiento y usurpación de propiedad.
Los organismos de DDHH convocan a esperar la sentencia afuera del Tribunal para exigir cárcel común.
Sebastián Ganzburg
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff