Juan Antonio Palvecino quien fuera secretario adjunto de la CGT, en 1976, aseguró que se infligían torturas físicas y psicológicas contra los detenidos en Villa Urquiza. Señaló que el 6 de abril del 76’, un día después del segundo "secuestro" vió a Vargas Aignasse en el penal "enfermo y demacrado", producto de torturas.
Hoy a las 9.30 se someterá a un careo con Cabral, juez de Instrucción Militar.
A pesar de haber sido un testigo puesto por la defensa Palavecino aportó datos significativos con respecto a las torturas que utilizaron las Fuerzas Armadas. Juan Antonio, fue dirigente de la CGT. El 24 de marzo de 1976 lo secuestraron y lo llevaron a la Brigada de calle Sarmiento. Lo llevaron a la cárcel el 17 de abril de ese mismo año.
La abogada defensora Assaf hizo referencia a una declaración firmada por Palavecino en 1985 donde aseguró no haber visto a Vargas Aignasse. Sin embargo el testigo desmintió el documento al sostener que ese papel lo firmó por hacerle un favor a un amigo y que parte del contenido no es lo que declaró ante Cabral quien se desempeñaba como juez de Instrucción Militar.
Palaveccino dijo que cuando, el 24 de marzo, lo secuestraron, "todos estábamos en las mismas condiciones, tirados en el suelo, maniatados y vendados los ojos". Además explicó que se reconocían, unos y otros, haciendo la cabeza hacia atrás para ver por debajo de la venda. Siempre que llegaba alguien "preguntábamos quien era", sostuvo.
"Cuando me llevaron al penal me tuvieron 72 horas parado. Íbamos al baño una sola vez al día. Las torturas a las que fuimos sometidos, además de físicas, eran psicológicas. En el lugar donde estábamos había un cajón grande de muerto. Amenazando nos decían: otro pajarito más para el Cadillal. Esto bajo la supervisión de Arrechea y Cattáneo", declaró.
Lo más impactante en su declaración fue cuando se refirió al 6 de abril de 1976. Según la defensa de Bussi, Vargas Aignasse salió en libertad de Villa Urquiza el 5 de abril de 1976. Una camioneta de la policía lo trasladaba a su domicilio cuando otro vehículo la interceptó y lo secuestró. Nunca más supieron de él.
Sin embargo Palavecino contó que "el 6 de abril fuerzas de seguridad entraron a empujones en la pieza donde estábamos y tiraron a Vargas Aignasse en al suelo. Producto del dolor no podía sentarse en el piso, entonces lo hizo en el cajón. El Señor Vargas Aignasse me dijo que lo torturaron con picana eléctrica en los testículos y en la lengua. Además me comentó que hicieron una pantomima en la puerta del penal y lo pasaron de un vehículo a otro. Luego lo llevaron a la escuela de Educación Física donde lo torturaron. No teníamos reloj así que no puedo precisar la hora, pero deben haber sido las 18 o 19 cuando llegó. A eso de las 21 entró Carrizo diciendo: ‘andá preparándote pajarito’ y lo sacó rameando".
La defensa al escuchar un testimonio con tantos detalles preguntó porqué no declaró todo esto en oportunidades anteriores, incluso cuando lo citó a el juez Padilla. A lo que el testigo manifestó que “esa citación no le llegó nunca.” Además explicó que nunca lo había hecho por miedo, ya que “tanto en épocas de Alfonsín como de Menem los servicios de represión seguían intactos, creo que actualmente son los mismos”.
A pesar de lo contado existe una contradicción. Producto de aquel papel firmado por Palaveccino. Allí declaró que nadie sufrió amenazas ni maltratos dentro del penal. “Ese papel lo firmé por hacerle un favor a Manzilla que era un conocido, hay cosas ciertas, pero que nos trataron bien y que no se torturó es mentira, nunca dije eso”.
Por otro lado hizo referencias al abogado defensor de Luciano Benjamín Menéndez, Horacio Guerineau. Dijo haberlo visto ingresar a Villa Urquiza. “No se acuerda doctor cuando le pregunté qué pasaría conmigo. Eso fue en el campo de deportes, en la cancha de fútbol. Usted acompañaba a Bussi”, preguntó.
A esto el que fue juez en aquel periodo, trató de explicarse. “No teníamos relación, incluso tenía diferencias con Bussi. Yo era juez y el gobernador”.
Inmediatamente Palavecino le respondió “En esa época pasaron tantas cosas doctor…”
La abogada defensora del genocida Bussi pidió un careo entre Palavecino y Carrizo para aclarar los testimonios. Esto sucederá hoy, cuando además declare Cerúsico quien fue nombrado en el testimonio de Marta Cárdenas.
Sebastián Ganzburg
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