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10/10/2008 - Teatro

Oceánica, un cuento de sirenas continúa en el Caviglia

El sábado las 17, en el Teatro Orestes Caviglia continúa, “Oceánica, un cuento de sirenas”. Obra teatral infantil de Ana Alvarado con la dirección de Carolina Romero. Una visión contemporánea del encuentro entre diferentes formas de vida que comparten el mismo universo.

Una producción del Ente Cultural y el Teatro Estable de la Provincia.

Ficha Técnica

Coreografía: Marcos Acevedo. Voz de locutora: Magui Spamer. Diseño de escenografía y vestuario: Sergio Gatica. Realización: equipo técnico del Teatro Orestes Caviglia. Diseño de luces: Fabián Bonilla. Asistente de dirección: Silvina Schliserman. Dirección general y puesta en escena: Carolina Romero. Elenco: Pescador: Marcos Acevedo, sirena: Pamela Ruiz Peralta, mujer: Manina Aguirre.

Una visión contemporánea del encuentro entre diferentes formas de vida que comparten el mismo universo. Una sirena es un bello monstruo marino con una voz hipnótica, no siempre melodiosa y un lenguaje a veces grosero. De piel azulada, largos cabellos y una brillante cola de pescado, se pasea ondulante por el mar.

Un joven pescador es un atractivo espécimen de monstruo terrestre, provisto de dos largas piernas que culminan en ágiles pies. Él, ingenuo, pesca pacientemente. Se lo puede "pescar" distraído. ¿Qué podría pasar si ambos se encontraran? Siendo tan diferentes…

¿Se atacarían? ¿Podrían entenderse? ¿Hablarían el mismo idioma? ¿Les gustaría conocer el mundo del otro, o tendrían miedo de lastimarse? ¿Podrían enamorarse? ¿Por qué? Y en ese caso… ¿Cómo harían para estar juntos? Este espectáculo intenta una nueva respuesta para un tema clásico. Una visión contemporánea del encuentro entre diferentes formas de vida que comparten el mismo universo."

Ana Alvarado propone un teatro en el que la función fundamental del niño espectador debe ser la de observar, mirar, contemplar los mundos poéticos y dejarse afectar emocional, estética, lúdica e ideológicamente por ellos. De esta manera el centro de actividad del niño está ubicado en la estimulación de su capacidad imaginaria, en la exaltación de su competencia representacional y simbólica.