AMPLIARVictor Jerez

13/08/2008 - Casos

Afloraron las contradicciones en el careo entre Cabral y Jerez

En la jornada de ayer, en el juicio por la desaparición del senador Vargas Aignasse en 1976, Jerez continuó diciendo que no vio al ex senador cuando lo liberaron. Rechazó el acta de 1984 al no reconocer su firma. Se hizo el careo con Cabral, que actuaba como juez de instancia militar, pero Jerez continuó con la negativa. El fiscal Terraf pidió la detención inmediata.

Se someterá el documento de Jerez a prueba caligráfica.

El martes Víctor Jeréz, que se desempeñaba como oficial de servicio en el penal de Villa Urquiza la noche en que fue secuestrado el ex senador justicialista, declaró que nunca vio a Vargas Aignasse en el momento de su liberación, a pesar de que existe una declaración suya de 1984, con su firma, donde sostiene lo contrario. Producto de esto ayer se hizo un careo con Cabral que actuaba como juez de instancia militar. Quien le tomó en ese entonces declaración.

La contradicción de Jerez fue haber dicho que no vio a Vagas Aignasse en el momento de la liberación y no reconocer la firma del documento en su declaración de 1984. Producto de un posible falso testimonioo Terraf solicitó la detención inmediata. El juez no lo consideró pertinente.

Según lo afirmado por Jerez se deduce que su declaración de 1984 ya estaba redactada. Firmó un papel sin conocer el contenido. La otra posibilidad es que por considerarlo un subordinado de grado menor le hayan falsificado la firma.

Jerez dijo, en ese entonces, que le pidieron que preparara un auto para trasladar a un detenido de apellido Vargas Aignasse, quien fue acompañado al coche por otros presos que le llevaban sus elementos personales y que lo despidieron con vítores y aplausos.

Cuando el fiscal le preguntó a Cabral si le había tomado declaraciones el respondió que “eso que está firmado por mi vale. Es lo que se hizo en esa oportunidad. Tuve control de las declaraciones porque pertenecí al consejo supremo de las fuerzas armadas como delegado en Tucumán y todo el noroeste”.

Finalmente el juez ordenó que se someta el documento con la firma de Jerez a una pericia caligráfica.

El posterior testigo, el guardiacárcel Décima incurrirá en marcadas contradicciones. 

Sebastián Ganzburg