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AMPLIAREl gobernador de Tucumán, José Alperovich

"Es un hecho el juicio político"

El gobernador de Tucumán, José Alperovich, afirmó ayer que "es un hecho el juicio político" a los tres magistrados que absolvieron anoche a los 13 imputados por el secuestro y desaparición de Marita Verón, lo que generó el repudio de una amplísimo sector de la sociedad argentina.

 "Estoy muy afectado por la decisión de los jueces y por eso vine a ver a Susana (Trimarco)", indicó el gobernador tras el encuentro de 20 minutos que mantuvo en la Fundación María de los Angeles con la madre de la joven desaparecida, quien ayer cosechó toda clase de mensajes de apoyo, incluida la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien llamó a "democratizar el poder judicial". 

 Durante una conferencia de prensa, Trimarco, multipremiada por su trabajo sin descanso para hacer visible el delito de la trata de personas de la que fue víctima su hija, contó que el gobernador le dijo que "sentía vergüenza ajena" y "que no podía creer cuando me veía ahí parada afuera, que fue una falta de respeto". 

"Cuando finalmente nos hicieron entrar a la sala estaban los delincuentes matándose de risa con aire acondicionado. No terminamos de sentarnos cuando dijeron: `Están absueltos`", denunció. 

El fallo del tribunal penal de Tucumán, compuesto por Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano, se conoció pasadas las 21.10, cuatro horas después del horario fijado, y en diez minutos informaron la absolución, tras lo cual los insultos se mezclaron con los llantos de los acusados en la sala. 

 "Yo quería creer en la justicia -aseguró-. Las veces que me reuní con el gobernador le pedí ayuda para las chicas. Yo quería ir por el camino limpio y transparente". 

Trimarco destacó que "las pruebas están dentro del expediente. Las chicas se sentaron ahí y dijeron: `Vos me violaste`, `vos me hiciste tal cosa`, ¿qué más pruebas quieren?". 

Trimarco reclamó un cambio cultural porque "la policía sigue con la misma postura, `que la chinita se va porque quiere, que es una atorrantita`", y comentó el caso de una niña de 12 años que había desaparecido y que "la policía no la buscaba como 
correspondía. Resulta que después esta pobre criatura apareció violada por un hombre de 50 años que pensaba venderla en Bolivia". 

"Lo que hace falta es capacitación y que se saquen eso de la mente, de que todas las mujeres somos putas, de que no servimos. No puede ser que la policía nos trate de esa manera", añadió. 

Trimarco contó que su nieta Micaela, hija de Marita, "estaba muy angustiada y yo le dije que no quiero que llore". 

 "Yo no derramé una lágrima. Esta gente me arrastró por todos lados y me endureció. Entonces acá estoy más firme que nunca. No vamos a parar hasta que no saquemos a estos tres jueces ´vende-gente´", puntualizó. 

 En tanto, el abogado de Susana Trimarco, José D`Antona, confirmó ayer que apelarán la sentencia y sostuvo que, a su criterio, "esto amerita una intervención federal al poder judicial de Tucumán", por lo que pedirán "las audiencias correspondientes con el presidente del Senado y los titulares de los distintos bloques y el ministro del Interior de la Nación". 

 "Lo primero que vamos a hacer, porque así corresponde, es presentar el recurso de casación de la sentencia que se ha conocido anoche una vez que tengamos los fundamentos", indicó. 

 También adelantó que, antes de fin de año, hará "el pedido de juicio político para los tres magistrados por la serie de delitos que nosotros entendemos han cometido en el transcurso de la audiencia". 

D`Antona aclaró: "No estamos denunciando jueces por el fallo de ayer, por más que nos parece una aberración jurídica, sino por los delitos que cometieron durante la audiencia de las cuales hay constancias, actas y denuncias en policía provincial y federal". 

 Según el abogado, "lo que sucedió ayer fue gravísimo, no porque alguien ganó o alguien perdió sino por lo que pasó en función de lo que se encubrió y cómo está funcionando gran parte de la corporación judicial". 

 Según la hipótesis aportada por el fiscal Carlos Sale, Marita Verón fue secuestrada en la esquina de Santiago del Estero y Thames, en la capital tucumana, la mañana del 3 de abril de 2002, cuando se dirigía a la maternidad para realizarse unos estudios. 

 El autor material del secuestro habría sido Víctor Angel Rivero, por orden de su hermana María Jesús Rivero, sindicada autora intelectual. 

 El destino de Marita, una vez secuestrada, según el fiscal, fueron los prostíbulos de La Rioja “Candy”, “Candilejas” y “Desafío”, pertenecientes a Irma Lidia Medina y sus hijos, Gonzalo y José “Chenga” Gómez. 

Todos ellos fueron absueltos y dejados en libertad. En declaraciones radiales, el presidente del tribunal, Alberto Piedrabuena, aseguró que está "tranquilo" y señaló que los tres magistrados actuaron "con total independencia". 

 "Tratamos de no contaminarnos con los intereses de los sectores", dijo Piedrabuena. 

   Aunque los fundamentos de la sentencia se conocerán el 18 de diciembre, Piedrabuena indicó que ayer decidieron hacer una reseña para explicar las razones del veredicto. 

 "Hay una parte donde la acusación no llegó a demostrar que existió el secuestro", dijo, y agregó: "María de los Angeles desapareció, pero no sabemos cómo ni qué le pasó. No hay forma de determinarlo". 

 Piedrabuena aseguró estar "convencido totalmente de haber hecho justicia", y resaltó que "somos tres jueces que coincidimos en forma unánime al momento de fallar".