N/D Obteniendo Informe del clima

Buscar
11/11/2007 - Derechos Humanos

Reconocen al cónsul italiano que salvó a más de 300 argentinos durante la dictadura

Se trata de Enrico Calamai, quien en 1976 ayudó a cientos de perseguidos políticos a huir del país. "Hice lo que había que hacer, pero no fue suficiente", dijo. Llegó al país para presentar su nuevo libro, "Razón de Estado”.

Su historia recuerda a las que cuentan películas como "Casablanca" o "La lista de Schindler".

La historia de Enrico Calamai, el cónsul de Italia en Buenos Aires que en 1976 salvó la vida de unos 300 perseguidos políticos ayudándolos a huir del país, podría ser la base de un film en la zaga de "Casablanca o "La lista de Schindler".

Para cumplir con su decisión no sólo desatendió sus instrucciones diplomáticas, sino que alojó personalmente a algunos, les consiguió pasajes y llevó a Ezeiza en su auto oficial y hasta entregó algún pasaporte "trucho" para que pudieran embarcar, amén de impulsar los habeas corpus ante la justicia.

"Hice lo que había que hacer, pero no fue suficiente", dice hoy con sonrisa afable este diplomático jubilado que llegó al país para presentar un libro de memorias -"Razón de estado"-, donde repasa esa historia en clave política.

Quien busque en su páginas los detalles prácticos de la operación de salvataje no los encontrará, salvo alguna referencia vaga al ocultamiento en un convento de algunos perseguidos de origen italiano y de su trípode de cobertura con el periodista Giancarlo Foa, el sindicalista Filippo di Benedetto y el abogado Atilio Librandi..

"Enrico firmaba los pasaporte, pero quizás no todos estuvieran en regla porque me consta que a una familia que acompañó a Brasil para que viajaran a Italia, les pidió que los rompieran apenas pasaran migraciones en Fiumiccino", conto cómplice Angela Boitano, de los Familiares de Detenidos y Desaparecidos por causas políticas.

"El objetivo con este libro no es envanecerme, sino llamar la atención sobre el proceder de los Estados que hablan mucho sobre derechos humanos, pero al momento de actuar y defenderlos, sólo defienden los intereses económicos y estratégicos", explicó días atrás Calamai ante un auditorio de lo revindicaba.

No sólo lo escucharon el staff completo de la Secretaría de Derechos Humanos, funcionarios de la Cancillería y varios que dieron crédito personal de su actitud, sino también el embajador de Italia, Stefano Ronco y la cónsul, Alessandra Toñonnato que ostenta hoy el cargo que Calamai tenia hace tres décadas.

"Italia tiene una deuda, la de no haber abierto las puertas de su embajada a los que estaban en peligro cuando todavía se podía salvarlos, y eso es gravísmo", repitió sin dar demasiado detalle de sus propios actos a los que se empeña en minimizar.

En la foja de servicios de este ex diplomático poco común figura haber manejado a fines de 1974 la evacuación de la embajada de su país en Santiago de Chile, donde luego del golpe de Pinochet habían buscado refugio casi medio millar de perseguidos.

"De allí yo llegué a Buenos Aires con una gran experiencia y la sensibilidad ante las atrocidades que lleva consigo un golpe para imponerse. Sabiendo también que había posibilidades de ayuda humanitaria", dijo Calami.

Para concretarla, Calamai debió desatender las instrucciones de su cancillería que, tras la experiencia chilena, había establecido que no aceptaría refugiados "para no generar tensiones con los militares y tampoco poner en riesgo las relaciones de negocios".

"La lectura que hacía el gobierno italiano era que en Argentina no había violencia ni peligro pero yo demostraba a diario que si, porque teníamos un promedio de uno o dos casos individuales o familiares diarios de pedido de ayuda", evoca.

"Mi gobierno colaboró con los militares argentinos en el ocultamiento. El tema era: si ustedes hacen esto sin que se vea, no tenemos problemas. De modo que la desaparición de personas era central en la política porque fue la forma de no malograr negocios", afirma Calamai

"El presidente Sandro Pertini se fue convenciendo de lo que ocurría en Argentina y en el 79 recibió a las Madres de Plaza de Mayo y luego siguió haciéndolo. Pero su actitud individual no pudo cambiar la línea política del Estado", reflexiona el ex cónsul.

Calamai permaneció en Buenos Aires hasta mayo de 1977, cuando llegó su relevo de Roma, "donde había perdido todo apoyo político de la Cancillería, que no me renovó el destino. También me quitó su apoyo el Partido Comunista". "Me di cuenta que estaba en la mira y que ya no podía ayudar sino que ponía en peligro a los que venían a buscar ayuda. De modo que no tuve la fuerza que tuvieron otros y opté por irme: es algo que aun vivo como una defección".

"La cuenta no la hice yo. Acá me dijeron que con nuestro equipo logramos salvar a unos 300 personas", dice Calamai, que insiste en calificar de "injustos" los reconocimientos.

En septiembre del 2004, por indicación del presidente Néstor Kirchner, el Estado argentino le entregó su máximo reconocimiento, la Orden del Libertador General San Martín en grado de comendador.

En Italia siguió una carrera diplomática que incluyó la embajada en Nepal y ser encargado de negocios en Afganistán, "porque la diplomacia no castiga pero tiene su lenguaje". "Muchas cosas que ocurrieron acá siguen igual. Hace semana toda la prensa se alborotó con los hechos de Birmania, pero nadie dice nada de China por su importancia económica".

Calamai añade: "Vivimos en un mundo en el que prevalece el darwinismo, donde el más fuerte de todos opera en cualquier parte del mundo. Por eso insistir en una política de derechos humanos es intentar cambiar estas relaciones de este mundo desequilibrado donde la disparidad tecnológica y militar permite que la primera potencia viole sistemáticamente los derechos humanos que invoca".


Identificación de Personas Desaparecidas

Si tenés un familiar victima de desaparición forzada y aun no diste tu muestra de sangre lo podés hacer ahora y ayuda a identificarlo.La toma de muestras son gratuitas, hechas por el Equipo Argentino de Antropología Forense dentro de la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas. Llama e 0800-333-2334, de lSec. DDHH Tuc. –Juzgados Federales 1 y 2 Tucumán.



Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina

Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff

logo virtualnoa