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AMPLIAREl acto fue presidido por Regino Amado, gobernador interino que estuvo acompañado por todo el gabinete ejecutivo

Tucumán se vistió de celeste y blanco en el Bicentenario

El acto central se realizó en Plaza Independencia, encabezado por el gobernador interino, Regino Amado. “Gracias a Dios hoy tenemos esta democracia donde todos podemos expresarnos libremente”, dijo a los periodistas. Por su parte monseñor Villalba, expresó que “la Patria es un don”, durante el Tedeum.

El martes a la media noche en el San Martín comenzaron los festejos por el Bicentenario en Tucumán, entonando el Himno Nacional. Ayer continuaron el Plaza Independencia, donde el acto central fue encabezado por el gobernador interino, Regino Amado, acompañado de funcionarios, legisladores, concejales, entre otros. En Concepción, y en varias ciudades del interior se vivieron multitudinarios desfiles. Banderas celeste y blanca en toda la ciudad le daban colo a este maravilloso 25 de Mayo.

Las actividades comenzaron a las 9.30 en el Salón Blanco de Casa de Gobierno, donde se sirvieron el tradicional chocolate del 25 de Mayo.

“Aprendiendo de los aciertos y desaciertos de la historia podremos construir el futuro que todos deseamos. Gracias a Dios hoy tenemos esta democracia donde todos podemos expresarnos libremente, sea del partido político que sea. Hay que pensar que todos juntos podemos reconstruir esta patria que todos queremos”, dijo Amado a los periodistas.

Posteriormente se realizó el izamiento de la Bandera nacional, para luego participar del Solemne Tedéum en la Iglesia Catedral, a cargo de monseñor Luis Villalba

“El don de la Patria, no es lo mismo que la Nación o el país. La patria es algo más profundo y más sublime. La Patria es el acerbo moral que se ha venido acumulando desde sus orígenes, es la convivencia compartida en las mismas modalidades y en el estilo de vida. Es el tesoro de las mismas tradiciones. Es la comunión en las mismas creencias. La Patria es la cultura y los ideales de convivencia que nos dieron singularidad a lo largo de estos dos siglos de existencia. La Patria significa la herencia recibida de los antepasados, se trata de la herencia cultural, de las tradiciones, de las costumbres. Nuestra  Patria desde sus orígenes estuvo impregnada, de principios y sentimientos cristianos, dando lugar a un estilo de vida inspirados en ideales de justicia, de fraternidad y de amor. La Patria es el alma común que es nuestro mayor patrimonio. Y el alma de nuestra patria es cristiana. Tan cristiana como argentina. Y esa alma es la que debemos conservar”, subrayó.

 Tras destacar que la Patria es “un don”, el prelado tucumano sostuvo en la catedral local que la tarea es “edificar la Nación”. “Por eso venimos también a orar por el porvenir de la Argentina. En este día de la Patria renovemos nuestro compromiso de ser constructores de una sociedad más solidaria, más justa, de ser artífices de la paz verdadera. Esta tarea hace renacer en nosotros una gran esperanza. Pero, también, una gran responsabilidad hacia esa inmensa multitud de hermanos nuestros que necesitan vivienda, alimento, trabajo, educación, salud, seguridad. Queremos ser para ellos constructores de un mundo más solidario, más justo, más humano, el que anhela el corazón del hombre”, precisó.

Por último, monseñor Villalba indicó que “la conmemoración del Bicentenario del nacimiento de nuestro país es la ocasión propicia para fijar los objetivos que como sociedad debemos compartir y esforzarnos por lograr. Afrontar la erradicación de la pobreza debe ser una emergencia nacional”, y puso la esperanza de los argentinos “en manos de la Santísima Virgen para que todos los argentinos sin exclusión alguna podamos vivir nuestra dignidad de hijos de Dios en una convivencia fraterna y solidaria”.

En Concepción se llevó a cabo un importante desfile cívico y militar, donde participaron instituciones escolares, organizaciones sociales, con la intervención de grupos artísticos de la zona, los que le dieron color a la celebración.