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AMPLIARMonseñor Agustín Radrizzani y la presidenta durante el Tedeum

El arzobispo de Luján abogó por la integración de los pueblos latinoamericanos en el Tedeum

El monseñor Agustín Radrizzani, arzobispo de Luján-Mercedes, brindó la ceremonia religiosa en ocasión de los 200 años de la Revolución de Mayo y abogó para que "este Bicentenario se convierta en una ocasión propicia para seguir integrándonos con nuestros pueblos hermanos de América Latina”. Durante la misa, leyó un mensaje del Papa Benedicto XVI. La Presidenta encabezó la ceremonia.

Antes del inicio de la homilía de monseñor Agustín Radrizzani se escuchó la lectura del mensaje del Papa Benedicto XVI de parte del Nuncio Apostólico, enviado especial del Santo Padre, Adriano Bernardini.

El mensaje papal dirigido a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner señala: "Expreso vivamente mi afecto y cercanía espiritual a todos los argentinos a los cuales encomiendo en mi oración".

"Pido al Señor que bendiga a los argentinos con la concordia, la paz y la prosperidad", dice el mensaje del Papa leído por Bernardini.

En la homilía, en tanto, Radrizzani abogó para que "este Bicentenario se convierta en una ocasión propicia para seguir integrándonos con nuestros pueblos hermanos de América Latina en este mundo globalizado y trabajar por la Patria Grande que soñaron José de San Martín y Simón Bolívar".

También Radrizzani habló de la memoria, la identidad y la reconciliación y dijo que el "Bicentenario implica un gran desafío".

A su turno, el rabino Daniel Goldman instó a "seguir ejercitando la memoria para que las futuras generaciones puedan decir ´Al Gran Pueblo argentino Shalom´".

También hablaron en la homilía ecuménica los representantes de la Iglesia Ortodoxa rusa y de la Iglesia Evangélica y la comunidad islámica.

El Tedeum tuvo también momentos para los coros y los cantos y de ellos participaron el Coro Nacional de Niños y el tenor Darío Volonté que interpretó además del Himno Nacional, la canción "Aurora", dedicada a la bandera nacional.

Una guardia de los granaderos flanqueó la nave central de la basílica como la guardia de honor de la Presidenta, que estuvo acompañada en los primeros asientos por el ex presidente Kirchner.

Entre otros presentes se encontraban además el presidente provisional del Senado José Pampuro, el presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Fellner y los titulares de los bloques del Frente para la Victoria del Senado Miguel Angel Pichetto y de Diputados Agustín Rossi, entre otros.

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo Estela de Carlotto, el titular del gremio de Judiciales Julio Piumato y hasta el ex presidente del bloque peronista de Diputados durante el gobierno de Juan Perón, Alberto Stecco, se ubicaron entre los asientos de la Basílica, además de la intendenta de Luján Graciela Rosso.

Mientras se desarrollaba el Tedeum, afuera en la plaza que antecede a la histórica Basílica miles de personas se dieron cita para escuchar las alternativas de la ceremonia y esperar la salida de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

De hecho, minutos después de finalizada la ceremonia la jefa del Estado fue despedida por el arzobispo Radrizzani en las escalinatas de la iglesia y desde allí se dirigió junto a Néstor Kirchner hasta un estrado, desde donde saludó y se emocionó con la multitud que la esperaba.

La cantidad de ciudadanos presentes hizo desbordar todos los operativos de seguridad que se habían dispuesto y entre las columnas se destacaba una llegada de Tucumán y que se había apostado muy temprano en las cercanías de las puertas de la iglesia.

Tambien estuvieron presentes representantes de La Cámpora y de otras agrupaciones peronistas que al salir la Presidenta gritaban "Viva La Patria", mientras que otros entonaban la marcha "Los muchachos Peronistas".

La ceremonia en Luján tuvo también el aporte de la Fuerza Aérea, cuyos aviones del tipo "Tucano" realizaron varias pasadas por el cielo en una jornada a pleno sol en la que se realizó el histórico Tedeum ecuménico del Bicentenario.