No es casualidad que en esos lugares en donde se conservan el agua, aire y tierra más puras estemos los originarios de estos lugares. No es casualidad que con leyes y tratados es el estado nacional quien desconoce sistemáticamente la soberanía sobre ese territorio.
No es casualidad que en esos lugares en donde se conservan el agua, aire y tierra más puras estemos los originarios de estos lugares. No es casualidad que con leyes y tratados es el estado nacional quien desconoce sistemáticamente la soberanía sobre ese territorio.
Ya en el Congo hay muerto alrededor de 4 millones de personas en la "guerra del coltan", pareciera que los pueblos de África como los de América "cargan" con la maldición de tener bajo sus pies o sobre el raz de su tierra, aquello que mueve la ambición de muchos.
Pero somos más, pero nuestra forma de vivir que seguimos ahondando en profundidad y celebración con la madre tierra, ésa que viene desde tiempo inmemoriables, ésa la única manera de permanecer sobre este planeta.
El discurso de la redistribución de la riqueza, de la nacionalización de los recursos, de que haya menos pobres, de la tributación de las explotaciones de la naturaleza; todos están dentro del mismo discurso del sistema contra el que luchamos. Y ninguna de esas medidas queriéndonos convencer de los "beneficios" o del "progreso y desarrollo" (términos dichos dentro de la visión capitalista) ninguna de ellas ni de otras que repiten o inventan en el desesperado intento de seguir beneficiéndose de nosotros, ninguna nos salvará.
Tenemos un planeta que es finito, y que está mostrando sus límites con mayor intensidad (grandes sequías, grandes inundaciones, derretimiento de los glaciares y polos...) tenemos como seres humanos dentro de este sistema una voracidad, de la cual somos cómplices en mayor o menor medida, que nos pondrá un límite a nuestra subsistencia.
Hoy no solo peleamos por el territorio, por los cauces de agua o por el no a la minería extrajera. Hoy creo que tenemos la oportunidad de lanzarnos a una nueva forma de vida en este planeta, si es que realmente nos importa a futuro, si realmente nos importa lo que queda para los que vendrán. Si no desconoceremos ese vínculo generacional que nos permitió vivir estas hermosas tierras, seremos respetuosos del antes y del después.
Hoy estamos peleando por el derecho máximo, el derecho a la vida. Tiempos únicos e históricos en donde deberemos vernos uno a uno en nuestras propias contradicciones y explorar en el tiempo para reconciliarnos en un equilibrio real con la naturaleza.
Movida NIMUENDAJÚ
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff