Enviar Nota | Imprimir

AMPLIARSi el Estado no planifica, pierde su esencia

Improvisación: 100%. Planeamiento: 0%.

"La única verdad es la realidad...", frase repetida hasta el hartazgo por Juan Domingo Perón. Posee un contenido de escandaloso pragmatismo y al mismo tiempo, un sustento filosófico respetado e incuestionado desde los tiempos de Aristóteles. Intentando jugar con las palabras de nuestro idioma, podríamos reemplazar aquella frase por otra que diga algo así: "por más que nos empecinemos en mostrar lo que no es, siempre saldrá a la luz, lo que es". Escribe Marcelo E. Torres

U otra, “aunque le llamemos perro, por el sólo hecho de cambiarle el nombre, el gato no dejará de ser gato, para convertirse en perro”; así podríamos seguir buscando frases que expliquen el significado de la primera. Ahora, ¿qué tiene que ver todo esto con la improvisación y el planeamiento?

El trabajo esencial de un equipo de gobierno, es ejecutar “la política”, y eso se trata, simplemente, de tomar las decisiones adecuadas, según la circunstancia y siguiendo un ideario marcado por la línea de pensamiento a la cual adhiere el partido o movimiento o ideología gobernante.

En este ejercicio de la toma de decisiones, se establece una de tantas batallas, de las que caracterizan a la política. Dicho conflicto es la lucha entre las decisiones improvisadas y las que surgen de un proceso organizado, analizado y estudiado (planificado), con antelación a que el hecho se produzca. Esta tarea es la base de la planificación estratégica de gobierno y trata de que ante el surgimiento de un problema, se pueda contar con una serie de soluciones posibles y poder elegir la primera que satisfaga las necesidades y resuelva la situación, todo esto en conjunto se denomina “modelo político de toma de decisiones” y contiene, hasta métodos científicos para ejecutar sus procesos. En la gestión de gobierno provincial, existen muchos acontecimientos que dejan traslucir el hecho de que aquella batalla, la va ganando la improvisación.

Alguno de esos hechos, lo encontramos en la verdad fáctica de que ante un nuevo sistema electoral, ordenado por la Constitución, tenemos una ausencia de ley reglamentaria y los organismos encargados del control electoral, deben acudir a leyes anteriores y al código nacional, para resolver los malentendidos que van surgiendo a lo largo del proceso. Sin duda que esto se debe a la incapacidad de tener preparado un paquete de acciones tendientes a reglamentar la letra constitucional, luego de sancionada y promulgada la misma. Ganó la improvisación.

Me inundé y ahora qué?

Luego de las inundaciones del verano pasado, en las cuales el sistema de emergencias provincial actuó eficazmente, debido a tener planificadas la mayoría de sus acciones, la atención de los damnificados, posterior a las lluvias, deja mucho que desear. En estos momentos hay 36 familias que vivían en el canal norte y tuvieron que salir de allí, para “asentarse” en terrenos privados, de los cuales están a punto de ser desalojados. ¿Dónde está la planificación del área social? Directamente no existió, pues esas familias, en las que existen criaturas con neumonía y viven en “chozas” de lona, estuvieron deambulando 4 meses por distintos despachos, buscando soluciones, sin encontrar siquiera una guía que los ayude a paliar sus carencias.

Al igual que lo acontecido con el SUTRAPA, la prohibición del traslado de basura por móviles no autorizados, se hizo sin tener en cuenta las externalidades que podían presentarse. Nunca se pensó o planificó, una posible solución para todo un sector de la comunidad, que le pelea a la exclusión social, desde la única trinchera y con las únicas armas que poseen. Ahora, después de las protestas, cortes de puentes y represiones, están tratando de encontrar alguna solución para los cartoneros. Recordemos que lo del SUTRAPA, todavía no termina de acondicionarse y ya salieron nuevos conflictos, como ser la cantidad de autos autorizados, el control de la tarifa (no es igual en todos los autos), con los cartoneros, se presenta un foco de conflicto social, que urge desactivar, pues los descontentos no pueden ir sumándose en un año electoral. Problemas producto de la improvisación.

Es la pregunta que sacudía la cabeza de varios funcionarios comunales y del área de obras públicas, durante el mes de Enero. Veníamos de dos años con bajos niveles de lluvia en el verano, de golpe,  “cayó toda el agua junta”, fue la respuesta más difundida en los medios de comunicación. La realidad marca que los trabajos de previsión pluvial, estaban incompletos e incluso no existían, en algunos casos. En aquella tormenta no fue superado el récord de lluvia estival, por lo tanto los trabajos deberían haberse planificado para valores record más un porcentaje de seguridad estimado. Seguro, el planeamiento ausente.

En el ejercicio de la planificación, las estadísticas juegan un papel preponderante. De la proyección de números pasados, se calcula los recursos y las tareas necesarias para el futuro. Sumando todos los casos en los que la improvisación se hizo presente, me embarga una duda ¿las estadísticas difundidas no se corresponden con la realidad y por eso falla la planificación? ó ¿a la hora de plantear las hipótesis, no se tienen en cuenta las estadísticas y las decisiones se toman basadas en los “anuncios”? De ser cierto lo primero, nos encontraríamos con una réplica a nivel local, de lo acontecido en el INDEC; de ser correcto lo segundo, el problema radicaría en que los funcionarios se llevan más por los titulares de los diarios y el peligro de ello radica en que la información pública de la provincia, no está democratizada y por el contrario presenta un sesgo de manipulación demasiado alto, según el último informe elaborado por la Sociedad Interamericana de Prensa.

El planeamiento es esencial para una gestión de gobierno exitosa y con proyección de futuro, éste tipo de gestión es la que orienta a un estadista. Es cierto que estamos saliendo de años de gobernar en base a la improvisación, pero es hora de empezar a tomar decisiones basadas en métodos más rigurosos que los anuncios de prensa. Ya sufrimos los males de ser una sociedad dominada por la patria financiera, tratemos de no caer bajo el dominio de la “patria anunciera”.

Marcelo E. Torres, especial para TucumanHoy.com