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AMPLIARLos habitantes de los márgenes de la ciudad, coparon el espacio central frente al poder oficial

La tarde en que los carros ingresaron a la plaza Independencia

“Queremos andar con libertad por fuera de las cuatro avenidas”. Fue el principal reclamo de más de 150 trabajadores que, después de varios años, irrumpieron con sus carros, en el principal paseo público de Tucumán. Mujeres, hombres y niños, acompañados por el legislador de la UCR, Juan Robles, se instalaron frente a la Casa de Gobierno.

Liderados por Juan Carlos Ortiz y Adriana Rodríguez, que oficiaban de voceros, los trabajadores, reclamaron libertad de trabajo.

“Nosotros queremos circular y trabajar, no queremos planes ni bolsones. Somos más de 150 propietarios de carros, que desde los anuncios del gobernador, vemos peligrar nuestro trabajo, ya que él dijo que va ser duro y nosotros le decimos porqué va ser duro con los pobres”, expresaba Ortiz. “Acá no sólo hay cartoneros sino también vendedores de verduras, pan, achuras. La gente eligió trabajar de esta manera y así queremos vivir”, agregó el vocero.

Allí estuvieron presentes hombres, mujeres, niños, equinos y carros de vivos colores y alegres leyendas circulando, después de muchos años, por el lejano centro del microcentro, la zona prohibida por la que no pueden transitar.

Ante el tumulto y la innusitada modalidad de la protesta,  un oficial de la policía  tucumana, se comunicó con sus superiores solicitando instrucciones y la respuesta fue la usual en estos casos:  "no hay diálogo si continúa el corte". Luego de una charla entre el policía y el legislador Robles, hubo un compás de espera hasta la llegada del subjefe de policía, Nicolás Barrera.

Robles expresó que son alrededor de 1000 personas las que de una u otra manera viven de actividades que utilizan carros tirados por tracción a sangre, principalmente, verduleros, vendores de achuras, panaderos, muchos de ellos, relacionados al Mercofrut, que es el principal lugar de abastecimiento para desarrollar sus tareas. En numerosas oportunidades, los agentes del orden, en cumplimiento de la ley, les secuestran los caballos y a veces, también los carros.

“Nosotros  tenemos necesidades como todo el mundo, y no nos dejan trabajar honestamente, y en setiembre del año pasado presentamos un nota solicitando que nos dejen trabajar  y nunca nos contestaron”, aseguró Adriana Rodríguez.

En estos momentos, y tras la decisión del gobierno tucumano de ser inflexible con los basureros clandestinos, producidos generalmente, por carreros que recogen residuos domiciliarios, para lo cual usan carros tirados por caballos  y los arrojan en sitios baldíos, permitió que ganara la opinión pública la situación de otros sectores, los cartoneros y los vendedores de ciertos rubros, que también requieren los carros para trabajar. Hay una ordenanza municipal que prohibe que circulen estos vehiculosen toda la ciudad y por eso se lo secuestran.  Ya en las protestas realizadas ayer, los cartoneros en Avenida Mate de Luna, expresron que hay una contradicción entre la jurisdicción municipal y la provincial. Explicaron que mientras el gobernador José Alperovich dio un plazo de diez días para organizar todas las actividades mientras se les permitía seguir trabajando con sus carros, la municipalidad se aplica la ordenanza que les prohibe la circulación.

SE QUIERE REGULAR LA ACTIVIDAD 

El subjefe Barrera negó que haya habido secuestros de carros, y asumió el compromiso público de continuar con esta política.  “Yo les pido que esta desacertada medida que  están realizando, se levante porque  no lleva a nada", explicaba Barreras mientras insistía en informar  que se están realizando reuniones con funcionarios para regular el trabajo que los carreros hacen. Barrera destacó que “no atacamos la fuente de trabajo,  sólo queremos generar orden”.

Luego de intensas charlas y ante la propuesta de Barrera, los manifestantes aceptaron levantar el sitio para reunirse hoy a las 10 con las autoridades.

Daniel A. Villalba