El fiscal Martín Niklison, quien investiga hechos de pedofilia contra un menor por los que están acusados el psicólogo Jorge Corsi y otros tres imputados, pedirá que la calificación contra el profesional sea violación y no estupro, la cual configura una pena mayor.
Niklison dijo a Télam que también declararon en Cámara Gesell otros dos chicos de 13 y 15 años, presuntas víctimas de los imputados, y se sumaría un cuarto menor, también de 15 años, quienes se presentaron una vez que se dio a difusión la causa.
La solicitud de cambio de calificación se debe a que según el fiscal no fueron relaciones consentidas las que mantuvo el menor, lo que configuraría una pena mayor ya que para la violación el Código Penal prevé un castigo de 6 a 15 años de prisión y para estupro de 3 a 6 años de cárcel.
En una carta pública escrita desde la Unidad Penitenciaria de Marcos Paz y difundida hoy, Corsi negó ser "el monstruo que inventaron los medios", aseguró que sufrió "una lapidación pública y un encarnizamiento mediático" y alegó que se le imputan hechos "que nunca han sido ni serán probados porque nunca han existido".
El profesional, en otro párrafo de su carta, destaca que "sería incapaz de ninguna de esa serie de barbaridades de las que se me acusa. Así lo demuestra la inexistencia de una sola prueba en mi contra en todo el expediente".
"Solamente se han detenido a acumular evidencias sobre aspectos de mi vida privada, que deberían estar resguardados por el derecho a la intimidad que me asiste, y que no configuran delito alguno", recalca la misiva.
Respecto a la carta de Corsi, Niklison manifestó que "tiene todo el derecho a defenderse pero existen muchas pruebas en su contra" y aseguró que el menor "ya fue sometido a numerosas pericias psicológicas que aseguran la veracidad de su testimonio".
El fallo de la jueza Fontbona de Pombo asegura que los imputados convencieron al menor que tenía que ser libre sexualmente, lo aislaron de sus padres, lo llamaban en forma permanente por teléfono y le hacían regalos.
Indica además el escrito que "el modus operativo con destino criminoso que decidió utilizar este grupo de personas amigas ha sido el despliegue lento, paciente, astuto, inteligente y mentiroso de maniobras de seducción".
Corsi, en su carta, recalcó que "si la Justicia cumple acabadamente con el propósito de investigar hasta llegar a la verdad, me siento íntimamente tranquilo, a pesar del horror que significa estar castigado en el mismo nivel que lo están los delincuentes a quienes se ha condenado por un delito".
En su declaración indagatoria, había manifestado a la jueza que el niño pudo haber tenido una suerte de desviación psicológica y sugirió que pudiera estar fabulando, aunque reconoció que "era amigo o conocido del grupo de amigos con quienes nos reuníamos".
Ese grupo de amigos son el resto de los imputados en la causa, el profesor de música Marcelo Rocca Clement, quien tiene otra causa abierta por pedofilia que data del año 2000, el profesor de educación física Augusto Correas y el estudiante de comunicación social Pablo López Vidal.
La jueza también les dictó prisión preventiva a estas tres personas y a dos de ellas les imputó los mismos cargos que a Corsi, estupro con acceso carnal, abuso sexual y corrupción de menores, mientras que a Correas sólo los delitos de abuso y corrupción.
Niklison aseguró que la jueza "se basó en el testimonio del menor y no le creyó a ninguno de los imputados cuando afirmaron que se reunían para hablar de filosofía" y añadió que en ningún momento pidió la calificación de asociación ilícita.
Respecto de supuestos videos que habrían grabado con celulares durante los encuentros sexuales, el fiscal destacó que esta esperando "el informe policial para que se acrediten como prueba en la causa".
La investigación de hechos de pedofilia contra menores que eran captados en cíber, locales comerciales o encuentros deportivos, comenzó en marzo pasado cuando el niño contó todo lo que le pasaba a sus padres.
Luego tuvo que ser internado en un instituto psiquiátrico antes de efectuar la denuncia judicial y posteriormente declaró en Cámara Gesell, asistido por psicólogos.
El chico identificó al departamento de Jorge Corsi de la calle Paraguay como uno de los sitios donde se efectuaban los encuentros sexuales y aseguró que uno de las personas que lo había violado se hacía llamar "Geo", apodo que en la investigación el fiscal atribuyó a Corsi. (Télam)
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