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AMPLIARJulio Álvarez García, secuestrado por Braga, fue visto en Jefatura de Policía de Tucumán

Un represor, denunciado en Jujuy, era profesor de secundario en Capital Federal

Está acusado de secuestrar al estudiante jujeño Álvarez García, visto luego en Jefatura de Policía de Tucumán. Artículo en la Revista Perfil.

La revista Perfil publicó, la semana pasada, una investigación realizada por el periodista Rodrigo Alegre. En ella pone al descubierto el nuevo trabajo del militar retirado Rafael Mariano Braga, mencionado en por lo menos, dos casos de los Juicios por la Verdad encarados por familiares de víctimas del Terrorismo de Estado implementado en Jujuy, muchas de las cuales fueron vistas, luego de sus secuestros, en diferentes centros clandestinos de detención de Tucumán.

Considerando la riqueza de la investigación periodística, nuestro medio reproduce la misma textualmente:

 “Denuncian que un represor dicta clases en dos colegios porteños" 

El teniente coronel (RE) Rafael Mariano Braga enseña computación en dos escuelas del Gobierno de la Ciudad. Figura en los archivos de la Conadep como “represor” y la Justicia federal de Jujuy lo investiga por la desaparición de un estudiante en 1976. El Senado le impugnó su ascenso en 2000. La Secretaría de Educación porteña se enteró a través de PERFIL.

Cualquier charla informal entre profesores puede ser interrumpida abruptamente en la Escuela Técnica Nº12 cuando el teniente coronel quiere salir a fumar a las escalinatas de la calle Libertador 238. Una escena similar menos habitual puede repetirse en el colegio Nº19 Alejandro Volta de la Ciudad de Buenos Aires. Rafael Mariano Braga, oficial superior del Ejército, enseña desde 2004 Programación II, Sistemas Administrativos y Procesamientos de Datos I en los niveles 4to. y 5to. en el colegio Libertador José de San Martín. Hoy, el juez federal Carlos Olivera Pastor lo investiga por su presunta participación en el secuestro del estudiante Julio Rolando Álvarez García, ocurrido en agosto de 1976 en la provincia de Jujuy. La comunidad escolar denunció que Braga integraba el staff de docentes.

El episodio de Álvarez García, hoy reconstruido con la anulación de las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final, figura en los archivos de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) con el número de legajo 1106. Ese fue el argumento utilizado por el Senado para objetar su ascenso en 2000. Sin embargo, Braga refuta las acusaciones (ver recuadro).

El militar, cuya primera actividad profesional fue la docencia, aparece, además, mencionado al menos en cuatro testimonios ofrecidos en el expediente Nº363/01, que instruye el Juzgado Federal Nº1 de Jujuy.

 “Se trata de Claudia Alejandra Scurta, Normando Alvarez García, Elena Mateo y Eulogia Cordero de Garnica”, aseguró a PERFIL una de las querellantes, Eva Arroyo, miembro de la agrupación HIJOS.

Hechos

En su presentación a la Justicia, la familia Alvarez García sostuvo que Braga irrumpió en su domicilio cuando festejaban el cumpleaños de una de sus hijas. Así lo testificaron en junio de 2005 su esposa Inés Irene Peña y su hermano, el ex legislador radical Normando Alvarez García. Eulogia Garnica, que estuvo secuestrada con sus dos hijos –hoy siguen desaparecidos– reconoció a Braga como uno de los oficiales que custodiaban el denominado Centro de Detención Guerrero.

PERFIL se comunicó con la Secretaría de Educación porteña para confirmar el cargo docente del oficial del Ejército. Impedidos por el feriado del 25 de Mayo, en esa repartición no lograron certificar que Braga diera clases. Y se limitaron a explicar que “si hubiera algún docente investigado por la Justicia por delitos de lesa humanidad, sería suspendido”.

“Nunca participé del secuestro de Alvarez García”, jura Braga

El viernes 25 de mayo, el teniente coronel Rafael Mariano Braga eludió a PERFIL en la puerta de su casa. Negó cualquier imputación de la Justicia y ofreció una entrevista para la próxima semana. Antes de abandonar la calle para subir a su departamento, chequeó la patente del automóvil en el que se movilizaba el equipo de este diario. “Seguramente, son falsas”, sostuvo el militar retirado. Tres horas más tarde, se comunicó con este medio para concertar la entrevista.