Está aceptado el hecho de que los partidos políticos, perdieron su rol, dentro del sistema de representatividad, atraviesan una crisis difícil de superar, a no ser que se replanteen en forma general, desde su estructura hasta su funcionamiento. Una de las funciones informales, era la de transferir los votos de una figura a otra representativa del mismo partido. Escribe Marcelo E. Torres.
Un ejemplo, el apoyo ciudadano en 1922, lo conservaba Irigoyen, pero al no poder ser reelecto, el partido radical, sirvió como elemento de transferencia de ese apoyo popular, así es como Alvear consigue el éxito electoral, más allá del personalismo con el cual Irigoyen manejó la adhesión del pueblo.
Sumergidos en la crisis, hoy los partidos también perdieron aquella característica. Hoy el pueblo vota a las personas y se identifican con la “imagen” que los candidatos son capaces de transmitir. El dato importante, es que un candidato, no siempre transmite lo que muestra, debido a que el receptor “interpreta” el mensaje y “acepta” según sus propias experiencias. Pero ¿en qué tiene relación la comunicación política moderna, con la transferencia de votos?
Se vota al personajeEl ciudadano elige una persona, para cubrir determinados cargos y los elige por la coincidencia existente entre la imagen que tiene formada del candidato y la imagen que quiere que tenga el ocupante de dicho cargo (esto funciona en el electorado independiente). Dado que las características de la persona, son “personales”, valga la redundancia, es que se hace completamente difícil “transferir” la adhesión que genera un candidato hacia otro. Esto explica por que los especialistas en marketing político, aconsejan, no hacer campaña sucia contra una persona que tiene buena imagen ante la ciudadanía.
Así es como una de las cosas que buscan los candidatos de segundo y tercer orden, es tratar de captar la buena imagen de una figura sobresaliente y generar una “transferencia” de la adhesión, hacia su propia persona. Lo interesante es que ante la falta de creatividad, el método que se generalizó para esto, es “copiar”, lo más posible, las actitudes y formas de los personajes sobresalientes. Entonces, dentro de poco tendremos “moldes” de candidatos aceptables y votaremos a los mejores “actores de representación”, en lugar de los mejores ejecutores de política.
"Alperovich, mejor que Kirchner"
Hace pocos días, tuve la posibilidad de intercambiar opiniones, conceptos e ideas, con Gustavo Martínez Pandiani, quien es el presidente de la Asociación Argentina de Marketing Político y director del postgrado de marketing político de la Universidad de El Salvador. En dicho encuentro, analizamos las campañas de la interna local del PJ y de la presidencial nacional; uno de los puntos donde concordamos, es en el hecho de que la capacidad de transferencia de votos que tiene el Gobernador Alperovich, a nivel local, no la posee el Presidente Kirchner a nivel nacional.
Esta capacidad está dada por la conjunción de varios factores. En Tucumán, la oposición no está definida y tampoco clarifica su imagen. Esto provoca, conjuntamente, con el sistema de acople, que las disputas por espacios electos, se produzcan en forma interna (dentro de las mismas fuerzas de Alperovich). El Gobernador supo resolver la transferencia en la campaña interna del PJ, la solución fue sencilla, él transmitió la imagen mediática, mientras su esposa recorría y administraba el territorio. La diferencia, ahora, es que al haber varios candidatos “oficialistas” para un mismo cargo, Alperovich no podrá transferir mediáticamente a unos, sin abandonar a otros, lo que puede provocar recelos y conflictos a futuro, algo parecido a lo que le sucede a Kirchner a nivel nacional.
En Catamarca, luego de apoyar a Barrionuevo y a Brizuela del Moral, y ante la necesidad de darle espacios a los “hombres” del Presidente, varios partidos iniciadores del Frente Cívico, comenzaron a abrirse y armar sus propias estructuras territoriales, con los respectivos planteos al Gobernador, planteos que se significan en demandas incompatibles entre distintos sectores.
En definitiva, siendo Alperovich el único que posee la capacidad de transferir votos, muchos tratarán de “asemejarse” a él; otros intentarán “aparecer” al lado del Gobernador” y a éste no le conviene “prestar” su imagen, pues esto puede provocar brotes de celos entre sus acólitos y generarle asperezas internas en la futura gestión.
Marcelo E. Torres especial para TucumánHoy.com
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