Estrenada en el 2007, es un verdadero homenaje al cine mudo. La imagen se fusiona con la música de manera brillante. Cada escena es una fotografía estéticamente impecable. Es una sátira sobre los medios de comunicación. Se puede conseguir en los mejores Video Club, en formato DVD.
Obtuvo el premio a la Mejor Película del 2007 en el 14º Titanic International Film Festival, Budapest.
Ficha técnica
Título: La Aantena. Escrita y dirigida por: Esteban Sapir. Protagonistas: Valeria Bertuccelli, Alejandro Urdapilleta, Julieta Cardinali, Rafael Ferro, Florencia Raggi. Director de fotografía: Christian Cottet (ADF). Música: Leo Sujatovich. Producida por: ladobleA Productores. Año de producción: 2004. Estreno: 2007. Duración: 90 minutos.
Decir que es la mejor película del 2007 le queda corto. Esteban Sapir logró un verdadero homenaje al cine mudo. La perfecta fusión entre imagen y sonido hacen que el espectador sienta un verdadero placer al ver cada escena.
Las escenas son fotografías super trabajadas con una calidad estética única. Está filmada en blanco y negro, los contrastes son sencillamente magistrales y la música, con piano como principal instrumento es de lo mejor. Los juegos de luz y sombra, impecables. Es evidente que Sapir hizo gala de su excelente carrera como director de fotografía.
El argumento es totalmente visual. Una historia futurista de una ciudad en los años 30' que queda sin vos. El archivillano, Sr Televisor se la robó para alimentar a una máquina y controlar a las masas. La crítica a los medios masivos es evidente.
“Nos han quitado la vos pero aun tenemos las palabras”, dice uno de los personajes. La única manera de comunicarse es con muecas. Las palabras se pronuncian pero sin sonido. Los megáfonos en vez de sonar, tiene una pantalla enorme que muestra la boca del emisor.
Los buenos y malos, son propio de los cómics. Imágenes con animación que recuerdan a la serie animada Batman (esto es una impresión subjetiva, pero no menos real). Tiene buenos efectos especiales. Y algo del cine de gunsters.
Solo dos personas tienen vos. Una mujer sin rostro que canta en la tv y su hijo, sin ojos. Nadie sabe que el pequeño habla. Sin ver, ve más que todos los de la ciudad, una gran metáfora. Él será el mesías que evitará que el Sr Televisor se robe, además de la voz, las palabras.
El cine clásico está presente en los 90' que dura La Antena. Por momentos las escenas recuerdan a Wells o Chaplin y también a Hitchcock. Según Sapir su mayores influencias son los expresionistas Murnau, Fritz Lang o los soviéticos Vartov o Ensestein.
Describir las imágenes vistas me resulta imposible, sin embargo haré el intento con una escena bellísima. La mujer con voz y sin rostro, al ver que su hijo no recibió un sobre con los ojos del chico, se acerca a la ventana empañada y dibuja: dos círculos, una línea en el medio y más abajo una curva con panza hacia arriba que contrasta con el negro rostro de la mujer, formando una cara dibujada en el cristal.
La antena es eso, mucha imagen. Gran calidad musical. Buenos efectos especiales, una historia simple pero contada con una complejidad admirable. Todo esto conjugado y fusionado logran un producto final merecedor de grandes elogios y respeto.
Sebastián Ganzburg
sebaganzburg@gmail.com
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