En enero del 2007, Cavallo manifestó que deseaba ser juzgado en Argentina. En España, el ministerio fiscal reclama para el acusado una pena mínima de 13.332 años de cárcel y otra máxima de 17.010, en función de que se le condene por delitos de lesa humanidad y éstos estuvieran o no relacionados con delitos de terrorismo. Se imputan siete asesinatos, 152 delitos de lesiones y 407 de terrorismo.
Sin embargo, la entrega quedará suspendida hasta que termine el proceso judicial abierto en ese país.
El gobierno español autorizó hoy que el represor Ricardo Miguel Cavallo
sea extraditado a la Argentina para ser juzgado en el país por los delitos de lesa humanidad cometidos
durante la última dictadura de los que se lo acusa. La medida fue
anunciada por la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la
Vega, durante una conferencia de prensa en Madrid.
"Lo van a entregar y no va a volver nunca más a España",
dijo el abogado de Cavallo, Fernando Pamos de la Hoz, en declaraciones
a la prensa argentina. Y agregó que la situación del ex militar "era muy
compleja y había muchos intereses bastardos en todos lados".
La
decisión fue adoptada después que el gobierno mexicano autorizara su
re-extradición a la Argentina. Cavallo, procesado por el juez español
de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, está en prisión en Madrid
desde que llegó extraditado en junio de 2003 desde México.
Conocido
como "Serpico" y "Marcelo", Cavallo fue compañero de Alfredo Astiz e
integró uno de los grupos de tareas de la Escuela de Mecánica de la
Armada (ESMA). En agosto de 2000 fue detenido en México por pedido de
Baltasar Garzón, quien lo imputaba por delitos de lesa humanidad,
genocidio y tortura. Y finalmente fue extraditado a España.
La resolución a favor de la extradición, adoptada por el Consejo de
Ministros, fue anunciada por la vicepresidenta primera, María Teresa
Fernández de la Vega, en conferencia de prensa.
Sin embargo,
el gobierno español precisa en un comunicado que la entrega queda
suspendida hasta que el ex marino "deje extinguidas las
responsabilidades contraídas" en España; es decir hasta que termine el
proceso judicial abierto en ese país.
Y agrega que "no
obstante se puede hacer uso de la entrega temporal en las condiciones
acordadas por las partes, según se establece en el artículo 19 del
Tratado bilateral.
Con esta decisión, "España dice que no
tiene inconveniente político en aceptar la extradición de Cavallo bajo
dos condiciones, primero, que México de su consentimiento de
re-extradición -ya otorgado- , y segundo, que el reclamado cumpla con
sus compromisos en el país -ser juzgado y cumplir condena-", indicaron
a Télam fuentes judiciales.
Pero también queda abierta una
vía, la "entrega temporal" para que Cavallo sea extraditado a Argentina
sin que previamente haya cumplido con sus responsabilidades judiciales
en España.
Esta opción, sólo se hará efectiva si las
autoridades judiciales argentinas así lo solicitan, y después de que
ambas partes acuerden las condiciones de la entrega.
Cavallo,
alias "Sérpico" o "Marcelo", cumple prisión provisional en Madrid desde
el 29 de junio de 2003, cuando fue extraditado de México a España a
pedido del juez Baltasar Garzón, quien investiga los crímenes cometidos
durante la última dictadura militar argentina (1976-1983).
El
ex capitán de corbeta, quien formó parte del servicio de inteligencia
naval, era oficial de contra-inteligencia y en ese carácter integró el
grupo de tareas 3.3.2, fue detenido en México el 24 de agosto de 2000
cuando intentaba huir hacia Argentina.
A mediados de 2006, la
Fiscalía pidió que se fijara fecha para el juicio oral, pero hasta
ahora el titular de la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia
Nacional, Alfonso Guevara, se había negado a hacerlo a la espera de que
se resolviera el proceso de extradición.
Cuando el pasado 7 de
febrero México se pronunció a favor de la re-extradición de Cavallo de
España a la Argentina, las acusaciones particulares y populares
temieron lo peor: que fuera entregado al país sin ser juzgado en el
marco de la misma causa por la que fue condenado el represor Adolfo
Sclingo.
Tras la decisión que adoptó hoy el gobierno español, las dudas no se han despejado por completo.
Para el abogado de Cavallo, Fernando Pamos de la Hoz, la decisión del
consejo de ministros implica que el ex marino no será juzgado en
España.
En
cambio, el abogado de la Asociación pro Derechos Humanos de España
(APDHE), Manuel Ollé, dijo que en su resolución el gobierno
dice claramente que "accede a la extradición" pero también "da
cumplimiento al artículo 19 que establece que cuando hay una causa
pendiente, el reclamado no puede ser entregado".
"Cavallo sólo
puede ser entregado temporalmente a Argentina, por ejemplo, para una
diligencia judicial, pero tiene que ser un viaje de ida y vuelta",
añadió. Según el letrado español, lo que está diciendo el gobierno es
que "se aplaza la extradición".
En tanto, el abogado Carlos
Slepoy -quien ejerció como acusación popular en el proceso abierto
contra el represor Ricardo Cavallo en España- dijo que la decisión del
gobierno español de conceder la extradición "no es definitiva".
"El
gobierno español deja abierta la posibilidad, a decisión de la justicia
española, de que Cavallo sea juzgado en España antes de ser entregado a
Argentina", dijo Slepoy.
El "caso Cavallo" dio un giro
cuando el 20 de diciembre de 2006 de la Sección Tercera de la Sala de
lo Penal de la Audiencia Nacional de España, que preside el juez
Alfonso Guevara, se declaró "incompetente" y declinó su jurisdicción a
favor de la justicia argentina.
Paralelamente, en una decisión
no ajustada a derecho, según puso de manifiesto el Tribunal Supremo
español en su sentencia del 7 de julio de 2007, la misma Sala Tercera
solicitó a las autoridades argentinas que pidieran la extradición de
Cavallo, proceso que ahora sigue en marcha.
En ese marco, el
29 de enero de 2007, la Sección Tercera de lo Penal de la Audiencia
Nacional acordó la libertad de Cavallo, y éste, al día siguiente, se
puso a disposición del Juzgado de Instrucción Número 4 bajo el
procedimiento de re-extradición cuya activación fue provocada por la
misma sección Tercera.
Según la causa española, en los
primeros años de la dictadura, Cavallo estuvo encargado de
"allanamientos, muerte, detención, secuestros y apropiación de bienes
de las víctimas, a partir de los datos que proporcionaba el sector de
Inteligencia".
A partir de 1979, el ex teniente de Fragata se
integró en el área de Inteligencia y por tanto "participó en las
torturas que en forma sistemática se practicaban sobre los detenidos".
Durante
la estancia de Cavallo en la ESMA estuvieron detenidas allí en algún
momento 5.000 de los 30.000 desaparecidos por la dictadura argentina, y
de acuerdo con las investigaciones judiciales se contabilizaron 255
personas desaparecidas o ejecutadas, mientras Cavallo estuvo en la ESMA.
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