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El incremento a los jubilados y las expectativas insatisfechas

Opinión del abogado provisional José Páez

Mucho se dijo sobre las grandes expectativas que tenían jubilados y pensionados y todo el país por el incremento que se producirían en las remuneraciones de los pasivos en 2008, una vez que se tengan datos firmes sobre cuantos  optaron por el régimen de previsión público.

Muchas esperanzas que después de más de una década y media de frustraciones el país volvería a cumplir con los objetivos propios del sistema de aporte y reparto, y se recuperaría rápidamente  la relación técnica de tres activos por cada pasivo, y el soñado 82 % móvil.

El incremento de las remuneraciones, calculado en un 7,5 % desde marzo/08,  y 7,5% desde julio/08,  virtualmente produce un aumento promedio del 10 % en el año, es decir la mitad del cálculo de la inflación en el corriente año por la mayoría de los análisis económicos, al margen de la ficción del INDEC,  y es  inferior a la suba que tendrán los trabajadores en actividad que ajusten sus remuneraciones por convenios colectivos.

Nada ha ocurrido en materia de reformas legales,  que generen un tipo de movilidad automática que reemplace al criterio legal de que la única movilidad lo constituyen los incrementos dispuestos en el presupuesto, y de un cálculo inicial en que el Artículo 7 de la Ley 24241 desvinculan totalmente las remuneraciones provisionales con las de los trabajadores en actividad.

El Gobierno Nacional no ha cumplido con la recomendación de la suprema Corte Nacional en el caso Badaro, de agosto de 2006, de que se  dicte  una norma para crear un sistema de movilidad previsible, que también preanunciaba la ley de presupuesto del año actual.

Y como si fuera poco estas  pobres noticias,  se expone en cenáculos financieros cercanos al gobierno que hay más de $ 20.000.000 que ha recaudado el ANSES, que están invertidos en títulos preferiblemente públicos y servirán para cumplir los compromisos de la  deuda externa. (¿???¿¿¿)

Es posible que con los fondos que corresponden a los jubilados en forma actual en un sistema de aporte y reparto, donde todo lo que se recauda de los activos tiene que servir para remuneraciones de los pasivos, deban servir para financiar el gasto en el país? o para pagar deudas contraídas por malas administraciones y erráticas y nefasta políticas económicas?.

Los jubilados y el país están disconformes,  y solo un giro copernicano en la política previsional hará recuperar la esperanza en un sector siempre castigado que espera ser  recompensado por los años que con su trabajo y a  través de sus aportes  se ofrendó  al país, esperando una vejez con dignidad.

José Manuel Páez 
Opinión Previsional