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AMPLIARFeraud y Hubert batiéndose a duelo.

Cine en DVD, Los Duelistas, de Ridley Scott

Estrenada en 1977 es la primera película de Scott. En su debut, se llevó la Palma de Oro en el festival de Cannes por mejor ópera prima. Su principal característica, la calidad visual. Basada en la novela corta, El duelo de Joseph Conrad. Una oda a la imagen.

La historia de dos oficiales del Ejército de Napoleón que se baten a duelo en innumerables oportunidades.

Ficha técnica:

Director: Ridley Scott. Año: 1977. Género: Drama. Compañía productora: Paramount Pictures. Productor: David Putnam. Guionista: Gerald Vaughan-Hughes. Guión basado en: en el relato El duelo de Joseph Conrad. Fotografía: Frank Tidy en color. Vestuario: Tom Rand. Música: Howard Blake. Montaje: Pamela Powers. Reparto: Keith Carradine, Harvey Keitel, Edward Fox, Albert Finney, Cristina Raines, Robert Stephens, Tom Conti, Diana Quick, John McEnery. Sonido: Derrick Leather. Ayudantes de dirección: Terry Marcel, David Wimbury. Duración : 101 minutos.

Con Los duelistas Ridley Scott debuta como director. Mejor imposible. La calidad fotográfica y visual es realmente impresionante. Cada uno de los escenarios están elegidos correctamente. Filmada, fundamentalmente, en exteriores hacen que el espectador se sienta muy a gusto.

Los contrastes de la imágenes son bellísimos. El cielo se bifurca entre amarillos, anaranjados, rosados y un sin fin de colores. Paisajes con majestuosos castillos propios de la aristocracia de la Francia napoleónica en medio de jardines asombrosos. Nieblas que invaden los escenarios. Realmente una calidad de imagen exquisita. Teniendo en cuenta que el director contó con 1 millón de dolares para la producción.

En este contexto se narra la historia de dos duelistas. Gabriel Feraud y Armand D’Hubert, a quienes dan vida Harvey Keitel y Keith Carradine, respectivamente. Ambos, oficiales de caballería del ejército de Napoleon. La rivalidad es comenzada por Feraud, fanático de los duelos, luego de que D' Hubert intenta arrestarlo, ya que el primero se había rebatido a duelo con el sobrino de un importante funcionario.

Así comienza la leyenda de dos hombres que le rinden tributo al honor. Feraud a toda costa quiere enfrentar a un oponente que por momentos desea evitarlo. Como ambos pertenecen al ejército, las circunstancias no siempre son propicias para el enfrentamiento. Se baten en innumerables oportunidades sin que ninguno de los dos muera.

Cada uno de los combates son filmados de la misma manera en escenarios espléndidos. El único distinto, cuando lo hacen a caballo, ya que a D' Hubert se le empiezan a aparecer un sin fin de imágenes de los duelos anteriores. Los combates se repiten porque ninguno logra imponerse.

La grandeza, el honor y la hombría hacen que rivalicen tanto. Sobre todo Feraud de temperamento fuerte encarna un fuerte odio al otro militar. Su oponente, que por momentos trata de evitarlo, contrariamente da la sensación de estimar al rival. El resto de los personajes pasan desapercibidos ante los dos principales.

Con el correr del tiempo la historia de los duelistas adquiere dimensiones legendarias. Llega un momento en que no se sabe por qué lo hacen, tampoco tiene importancia.

La característica principal es la calidad del rodaje en lo visual utilizando una fotografía e iluminación muy parecida a Barry Lyndon de Stanley Kubrick. La cámara está donde debe estar, siempre. Las luces opacas contrastadas con claras y viceversa hacen de las escenas una oda a la elegancia visual.

Los escenarios naturales contribuyen a la belleza. Los decorados son casi nulos. Los vestuarios de lo mejor. Características que luego se verán en El Gladiador, también de Scott, con más presupuesto, pero una historia de menor calidad.

En casi todo el film se carece de música. Muchas voces en off. Discursos y diálogos bien logrados. Y una puesta en escena soberbia desde todo punto de vista hicieron que Ridley se llevara la Palma de Oro en Cannes a la mejor ópera prima.

Sebastián Ganzburg