El hallazgo se produjo cuando un hombre araba la tierra del fondo de su casa luego del temporal. El fiscal de Feria, Guillermo Herrera, ordenó el secuestro de los huesos, los que luego de ser analizados se aclaró que pertenecieron a animales.
La noticia corrió como reguero de pólvora y puso en alerta a la Policía y a la Justicia.
El hallazgo de restos óseos provocó sorpresa entre los vecinos de un barrio de Tafí Viejo, y nuevamente ante la posibilidad de que se trate de los restos de la docente Betty Argañaraz, movilizó a la policía al lugar y a la Justicia.
Ayer, un integrante de la familia Murillo encontró huesos que serían de humanos mientras araba la tierra del fondo de su domicilio ubicado en calle Corrientes al 500.
El misterioso hecho ocurrió cerca de las 13 cuando el hombre, de quién se preserva su identidad, ordenaba el fondo de la vivienda tras los destrozos que generó el temporal del miércoles. El hombre escarbó la tierra y se sorprendió con el hallazgo de los restos óseos, y de inmediato alertó a la policía del hecho.
Los efectivos de la Unidad Regional Norte y el fiscal de Feria Guillermo Herrera acudieron al lugar y supervisaron el operativo. Herrera ordenó el secuestro de los elementos y el análisis de los huesos. Posteriormente, el fiscal confirmó, ante un informe de la Policía Científica que los restos pertenecían a animales.
Ante el allazgo los investigadores no pudieron obviar la posibilidad de que se tratara de restos humanos que pudieran pertenecer a la docente desaparecida hace casi dos años, hecho que conmocionó a la opinión pública y que todavía no puede ser encontrada.
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