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AMPLIARViggo Mortensen (Nikolai Luzhin) y Naomi Watts (Anna Khitrov

Cine en DVD, Promesas del Este, de David Cronenberg

Una de las mejores películas del 2007. La violencia es una constante pero tratada con una categoría excepcional. Un thriller sobre la mafia rusa en Londres, con un argumento y trama sumamente trabajados. Tanto la fotografía como los cuidados estéticos son artisticamente impecables.

La trama se desenvuelve en el seno de una mafiosa familia rusa.

Ficha Técnica

Dirección: David Cronenberg. Países: Reino Unido, Canadá y USA. Año: 2007. Duración: 100 min. Género: Drama, thriller. Interpretación: Viggo Mortensen (Nikolai Luzhin), Naomi Watts (Anna Khitrova), Vincent Cassel (Kirill), Armin Mueller-Stahl (Semyon), Sinéad Cusack (Helen), Jerzy Skolimowski (Stepan). Guión: Steve Knight. Producción: Paul Webster y Robert Lantos. Música: Howard Shore. Fotografía: Peter Suschitzky. Montaje: Ronald Sanders. Diseño de producción: Carol Spier. Vestuario: Denise Cronenberg.
Estreno en España: 5 Octubre 2007.

Actores muy bien elegidos, escenas perfectamente trabajadas y un argumento sólido son adjetivos con los cuales se puede resumir este magnifico trabajo.

Más allá de la marcada subjetividad con la que escribo estas notas, es incuestionable que es una buena película.

Un Thriller, con acción, escenas de fina violencia, suspenso, intriga, buenos diálogos y una narración propia de los mejores policiales negros.

Siendo muchas los films sobre mafia, no es difícil caer en el fasilismo de la violencia extrema, explosiones sin sentido y mucha sangre. Contraria a estas ideas banales Cronenmberg, excelente director, apela a una historia donde las escenas por si solas demuestran una violencia atroz, como aquella en la cual Kirill el hijo del jefe mafioso, se aprovecha de jovencitas de 15 años, envueltos todos en una orgía asquerosa. Para este personaje la morbosidad no tiene límites, el no gosa de escrúpulos, tampoco de cerebro, es el muñeco manejado por su padre, un viejo lleno de maldad y frialdad al mejor estilo Vito Corleone.

El rodaje tiene como escenario la muy bien elegida Londres. Una pediatra, papel protagonizado por la actriz (Anna) Naomi Watts, en el hospital donde trabaja, se encuentra con una mujer de 14 años desmayada a punto de parir. Nace la bebé, pero muere la adolescente.

Por otro lado Viggo Mortensen (Nikolai), de ambigua personalidad, ingresa de a poco en la mafiosa familia rusa, al mando del actor Armin Mueller-Stahl, de magistral actuación, con el papel de frío calculador, hábil para los negocios y amante del arte culinario. Primero Nikolai es chofer del impulsivo e inepto Kirill (Vincent Cassel). Pero por sus dotes de inteligente asesino serial se termina insertando en la familia.

Las excelentes fotografías y la mejor narración hacen que el espectador por momentos sienta cierto apego o afecto hacia este personaje, también lo siente así, Anna, pero hasta el final no se sabe que sucede.

Con el asesinato de la chica, la médica encuentra su diario íntimo escrito en ruso. Se lo lleva al jefe mafioso para que lo traduzca, sin saber quien era este, en vez de confiar en su tío, un hombre “buena gente”. Se da así, las rivalidades entre las familias mafiosas y la bondad intrínseca de una persona corriente (encabezada por Naomi Watts y toda su familia) que se va a entrometer en sus vidas.

El cuadernito cuanta el sometimiento que la joven sufría con datos peligrosamente comprometedores, tanto para Kiril como para su padre.

Por estar tan bien trabajada la historia, nos hace recordar al Padrino I. El suspenso y la fina sorpresa hacen de este un film excelente, que nos muestra crudamente como se manejan ciertos grupos mafiosos.

No pueden faltar los códigos entre ellos. Además se puede disfrutar a lo largo del rodaje de la rica cultura rusa.

En la rueda de prensa dada en el Festival de San Sebastián Viggo Mortensen dijo: “Promesas del Este es una continuación lógica de Una historia de violencia; ambas estudian el problema de la identidad, exploran la estructura de la familia tradicional, muestran a personas enfrentándose a situaciones peligrosas y a dilemas morales, y plantean la pregunta: ‘¿Tiene la violencia alguna justificación?’”.

Por su parte David Cronenberg, expuso “He mostrado la violencia de manera extrema. Quiero que el público vea la violencia real, tal cual es. No es una postura estética, ni estadística. Me interesa la violencia como hecho humano y no cinematográfico. Insisto en lo que de verdad es un asesinato, en lo que supone de destrozo de una vida. La violencia es la destrucción de un cuerpo. Para ellos, la violencia es una forma de vida, más allá de la venganza o el sadismo. Es algo más que un negocio y eso es lo que yo encuentro fascinante”.

En aquella oportuindad su guionista, dijo: “La realidad es tan extraña y dura que preferí suavizarla a la hora de escribir el guión. La esclavitud existe en barrios absolutamente normales; no se ve, pero está ahí. También me sorprendió descubrir cómo las diferentes nacionalidades, rusa, china y turca, funcionan cada una a su manera, pero con conexiones entre sí. La policía se enfrenta a grandes dificultades para penetrar en esos submundos que tienen su propia policía e intentan pasar desapercibidos fuera de su ambiente”.

Una excelente película para disfrutarla con vodka del mejor.

Sebastián Ganzburg
sebaganzburg@gmail.com