Amnistía Internacional organizó hoy en Roma una jornada dedicada al tema de los desaparecidos de la última dictadura militar argentina, en coincidencia con el estreno en Italia del filme "Crónica de una fuga", dirigida por Adrián Caetano.
"Argentina para no olvidar"
Junto a la distribuidora cinematográfica local Fandango, Amnistía Internacional organizó la jornada en la casa del Cine de Roma bajo el título "Argentina: para no olvidar".
El filme "escandalosamente ha sido prohibido para menores de 14 años cuando justamente son los jóvenes de todas las edades los que deben ver la película", declaró el distribuidor Domenico Procacci, durante la presentación a la prensa italiana de "Crónica de una fuga".
La prohibición, por ejemplo, impedirá que el filme sea proyectado en las escuelas del país, informó ANSA.
"Crónica de una Fuga", presentada en el Festival de Cannes del año pasado, cuenta la historia de cuatro desaparecidos que logran fugarse de un centro clandestino de detención.
Durante la jornada además se proyectaron dos documentales, "Argentina 1978: el triunfo y el terror" y "Noi che siamo vive", de Daniele Cini.
La primera cinta será difundida por el canal temático History Channel el 5 de mayo, y el segundo, de media hora, forma parte de un largometraje, "Tanos", que Cini está realizando sobre la comunidad italiana en Argentina.
El documental argentino centra su atención en 1978, año en el que la dictadura usufructuó el Campeonato Mundial de fútbol ganado por ese país y a la alegría popular opone el dolor de la gente afectada por la represión.
El italiano muestra las diferentes etapas del proceso celebrado en Roma contra siete represores de la Escuela de la Mecánica de la Armada (ESMA), donde se torturó y se mató a casi 5.000 opositores, en su mayoría jóvenes que luchaban por sus ideales.
Las protagonistas de "Noi che siamo vive" es un grupo de mujeres que salieron vivas de la ESMA y madres de desaparecidas, entre ellas Vera Vigevani Jarach, presente durante la proyección.
"Lo importante es no olvidar. Yo trato de proyectar la memoria en el futuro porque si bien ésta no es una garantía, por lo menos da la esperanza de que no todo tiene necesariamente que volver a repetirse", explicó Vigevani Jarach.
"Lo peor es la indiferencia, que era lo que sentíamos durante los primeros años de la dictadura, y la gente nos miraba como si fuéramos locas o seguía de largo", dijo Vigevani Jarach, quien cita siempre el lema que le escribió una estudiante turinesa: "No ser nunca indiferente ni pasiva ante la injusticia".
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