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AMPLIAROrganismos de Derechos Humanos se movilizaron a las puertas de Tribunales Federales

Menéndez inició en Tucumán las indagatorias bajo imputación de genocidio

El ex titular del III Cuerpo de Ejercito se negó de declarar e insistió en que su tribunal natural es el militar. Organismos de DDHH y organizaciones políticas peronistas se concentraron frente a la sede tribunalicia para exigir pronta justicia y “cárcel y castigo a los culpables” de genocidio. Provocación de la policía provincial con empujones a familiares.

Frente al secretario de la Comisión Ad Hoc para las causas de violación de derechos Humanos, el abogado Roberto Darío Véliz , Luciano Benjamín Menéndez presentó un escrito,  reiterando los argumentos que suele desplegar ante cada una de las causas por las que en los últimos tres años ha sido citado a declarar, esto es, que como soldado, la justicia competente es la militar con el consecuente código militar.

Menéndez y su abogado escucharon los cargos sin inmutarse y luego el militar retirado volvió a ser conducido en un automóvil al Arsenal Miguel de Azcuénaga que es donde  permanece en Tucumán hasta que lo trasladan a Córdoba, su lugar de origen.  En el escrito, vuelve a reivindicar lo que llama la guerra antisubversiva.  El eje de la indagatoria a Menéndez es el centro clandestino de detención, el Arsenal Miguel de Azcuénaga, una dependencia militar ubicada sobre la ruta 9, dentro de lo que actualmente es el municipio de Las Talitas y que pertenece a la V Brigada con asiento en Tucumán. Se trata de un amplio predio de unos tres kilómetros de largo en el que están cuatro polvorines, uno de los cuales fue usado como lugar donde eran detenidos ilegalmente cientos de personas las que fueron sometidas a interrogatorios, torturas, en muchos casos (hay pruebas en unos 150) fueron ejecutados y sus cuerpos quemados en fosas comunes, según testimonios que obran en las causas.

EXIGEN JUSTICIA

Los organismos de derechos humanos de Tucumán, junto a agrupaciones políticas, mayoritariamente de signo peronistas  - Peronismo Auténtico, Barrios de Pie y Libres del Sur, se hicieron presentes frente a la sede de los Tribunales Federales para exigir que la justicia se aplique con todo rigor a quienes consideran los responsables de violaciones a los derechos fundamentales de cientos de tucumanos y también de numerosos jujeños, salteños, santiagueños y catamarqueños que fueron secuestrados en la provincia y luego vistos en el Arsenal Azcuénaga.  Mientras Menéndez estaba en el interior del Juzgado número 1, afuera los cánticos en contra de los represores enmarcaban la lectura que la abogada Laura Figueroa hizo de la larga lista de nombres de víctimas que fueron asesinadas, según testimonios, en el Arsenal.

EMPUJONES

La lectura fue interrumpida por la salida en un automóvil que sacaba a Menéndez del Juzgado, lo que generó que varios familiares de desaparecidos procuraran alcanzar el vehículo para gritarle “asesino” y “genocida” al militar. La acción fue bruscamente evitada por miembros de la Policía de Tucumán, quienes con sus escudos no solo impidieron la circulación de los familiares, sino que los empujaron, generando incidentes que merecieron el repudio de importantes sectores ligados a la defensa de los derechos humanos.

Una de las asistentes reprimidas fue la presidenta de la Asociación de Familiares de Desaparecidos de Tucumán, Virginia Sosa como así también, Sara Holmquist cuyo hermano desaparecido, Luis es uno de los casos claves dentro de la causa, que por conexidad, se está instruyendo alrededor del Arsenal Miguel de Azcuénaga. Los policías recibieron fuertes insultos y fueron catalogados como “cómplices de los genocidas”Los organismos defensores de derechos humanos emitieron un fuerte comunicado en el que repudiaron la acción de la policía provincial.

El próximo lunes le tocará el turno Mario Alberto Zimmernan, que fungió como jefe de Policía de la provincia desde abril del ’76 a junio del año siguiente. Zimmerman tiene prisión preventiva que cumple también junto a Antonio Bussi, en el  mismo Arsenal Miguel de Azcuénaga donde se cometieran los atroces crímenes contra la humanidad en la última dictadura. Sin embargo  en estos momentos está internado en un sanatorio y sería allí donde se le tomaría declaraciones.  El 10 de mayo será el turno de Antonio Bussi, quien en la mañana de ayer, fue dado de alta  tras su internación por problemas cardíacos.