05/12/2007 - En General

Cruzar Plaza Independencia en un día de lluvia

La lectora Clara Padilla se queja y con razón de las peripecias por las que deben atravesar los transeúntes en el principal paseo de los tucumanos un día de tormentas como el de ayer.

Sr. Director:

 

Muchísimas veces quise escribir esta carta, pero un motivo u otro (sobre todo el saber que no servirá de nada), me llevaron a no hacerlo. Pero hoy, la lluvia…

Supongo que Ud. no tuvo la “suerte” de cruzar la Plaza Independencia un día de lluvia. Es evidente que ningún funcionario municipal o provincial lo hace. Yo sí tengo esa “suerte”.

En primer lugar, siempre me sorprendió y me pregunté quién habrá sido el brillante arquitecto que pensó en colocarle baldosas lisas a nuestro “principal paseo”, ¡¡¡en una ciudad que tiene el nivel de lluvia de la nuestra!!! Se supone que las baldosas en las veredas deben tener canaletas, porque facilitan el escurrimiento.

Las baldosas de la plaza, además de estar puestas, probablemente, por alguien que entendía tanto de colocación como yo (están a cualquier nivel, etc.), son lisas, así que el agua no sólo no escurre, sino que se forman lindísimas lagunas, lagos, etc.

Pronto se podrán organizar campeonatos de pesca. Además, ¡¡¡el nivel al que están puestas!!! En las zonas donde hay pequeños terraplenes, nadie pensó en poner una especie de zócalo o como sea que se llame, así que el agua arrastra la tierra y se forman preciosos barriales, lo que se suma al hermoso color blanco de una parte de las baldosas. ¡Blanco para un paseo público, que se limpia una vez cada…! Hoy, cruzar la plaza Independencia, se transformó para cualquier ciudadano en “misión imposible”, el único modo de hacerlo es estando preparado para cruzar un río.

Lamentablemente, no dispongo de cámara de fotos en el celular, sino nada me hubiese gustado más que poder mostrarles lo que implica esa travesía.

Muchas gracias, por dejar que me exprese, en una ciudad donde es imposible hacerlo.

Clara Padilla