30/11/2007 - Locales

Litucu, el ordenanza del diario

Difícil trabajo es el que tengo. Llevo muchos años en el diario. Conocí desde el blanco y negro, el color, hasta el de las computadoras. Les cuento que sigo leyendo la versión impresa.

Para mi es mejor. Estoy acostumbrado. Me gusta hojearlo cuando me escapo a desayunar.

A la noche después de cenar con la patrona y los chicos, le pego una leida más detallada. Siempre desde atrás para adelante. Primero los chistes y luego sigo con  deportes, policiales, espectáculos y algunas veces política. Redactores y fotógrafos creen que uno no sabe nada de periodismo. Que se creerán. Yo también veo la tele( la verdad que poquito, no me gusta mucho), escucho radio ( cualquier cantidad), miro todas las revistas. Esas que tiene el de espectáculos, están muy buenas.

Andá, vení, traé , comprá, seguí, volvé, limpiá, buscá, cerrá, prendé, son las palabras que más me dicen durante el día. Nunca un pedido siempre una orden. Todos están apurados. A la hora del cierre, es peor. Pero a mi me gusta.

Los Jefes comienzan a mirar por arriba de los anteojos. Ahí recién se acuerdan que yo también soy un compañero. “Litucu, por favor me arrimas esa foto”. “Litucu, me harías el favor de traerme un cafecito”. “Litucu, serías tan bueno de alcanzarme los anteojos que los dejé en el baño”. En ese tiempo son buenitos y amables.

Eso si muy buenas personas. Es lo mejor. Algunos me enseñan. Otros me hacen burla cuando pierde Racing (soy fana). Les conozco las mañas a todos. Mujeres y varones. Se donde duermen cuando viene desvelados. Cuanta plata cobran. A quien presumen. Donde viven. Que bebidas toman. Cuantos hijos tienen. De que los operaron. Casi todo. Y nunca nadie me contó nada. Pero tengo buen oído. Ya les contaré, a medida que pase el tiempo y nos conozcamos más, cosas de mi hermoso trabajo.

Chau hasta el próximo fin de semana. Litucu