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Mercado de Abasto: opinión del Consejo Superior de la UNT

El Consejo Superior de la UNT (HCS) , ha considerado y decidido expresar ante la opinión pública su preocupación por la demolición realizada en el edificio del ex Mercado de Abasto.

A primera vista surge que esta tarea viola las disposiciones contenidas en las leyes 7.500 y 7.535, sancionadas por la Legislatura Provincial para la protección del patrimonio provincial.

Esta última ley precisa en su Artículo 3 que el edificio del ex Mercado de Abasto ha quedado declarado “Bien del Patrimonio Cultural”, y en el inc. m) dispone que toda acción sobre el mismo debe ser autorizada por la Comisión Provincial de Patrimonio. Del mismo modo, se está desconociendo o negando dos ordenanzas del Consejo Deliberante del Municipio capitalino que protegen al edificio.

Para una mejor comprensión de la importancia del tema, este HCS destaca dos aspectos que hacen a la riqueza de este bien patrimonial:
I. Como señala el arquitecto Alberto Nicolini en el libro Alberto Prebisch, una vanguardia con tradición, (Buenos Aires, 1999) “…es un notable edificio, (…) Prebisch dejó libre un jardín perimetral y emplazó un hermoso volumen de forma anular y borde rectangular en dos plantas rodeando a un patio y jardín central. (…) Las recovas están resueltas con arcos de medio punto que apoyan en pilares cuadrados, todo en mampostería encalada y cubierto con tejas. En el eje mediano del lado mayor del rectángulo se abren, en doble altura, las dos entradas para vehículos; estos son los dos únicos puntos del edificio en los que la delicada alusión neocolonial que emana del sobrio conjunto se hace más explícita: las dos portadas bien hispánicas, se rematan con molduras mixtilíneas inequívocamente dieciochescas (…) La tipología funcional recoge la tradición de la venta desde los mismos carros en los que la mercadería se transporta desde las chacras.”

II. Cuando Nicolini dice carros y chacras, está haciendo alusión al mercado como patrimonio popular e intangible, pues allí están las otras voces, las voces de los trabajadores y la de las familias tucumanas, que en sostenida cotidianidad durante 70 años tejieron el lazo social, produciendo sentidos y construyendo pilares identitarios (…) En el patrimonio es donde la comunidad perdura como memoria material y/o intangible más allá del mezquino tiempo individual.
Este edificio fue encargado por el intendente Luis F. Nougués en 1927 al famoso arquitecto tucumano Alberto Prebisch y habilitado en 1933; ese espléndido edificio neocolonial hoy está siendo abatido por la piqueta irrespetuosa de quienes se sienten dueños del patrimonio de todos los tucumanos.