La Cámara de Diputados aprobó anoche y convirtió en ley por 190 votos a cero y 29 abstenciones el proyecto que regula la medicina prepaga. La iniciativa establece además límites a los aumentos de las cuotas para afiliados mayores, tras aceptar los cambios realizados en el Senado a la norma. VIDEO
El proyecto -aprobado por 190 votos a favor- contó con el respaldo en
el recinto del Frente para la Victoria, Nuevo Encuentro, la Unión
Cívica Radical, el Partido Socialista, GEN, el Peronismo Federal y
Proyecto Sur, en tanto que el PRO y la Coalición Cívica se abstuvieron.
La
sesión impulsada por el oficialismo había comenzado a las 14,30 con la
presencia de 129 diputados en el recinto, luego de que fracasara por
falta de quórum el plenario convocado previamente por la oposición.
Entre
sus puntos centrales, el proyecto establece que, a partir de cierta
cantidad de años de aportes, las prepagas no podrán aumentar las cuotas
para esos afiliados mayores, por entender que los aportes que hicieron
de jóvenes saldan ampliamente la brecha.
Tampoco, y con la
sanción de esta norma, habrá plazos extensos irrazonables de carencia,
a diferencia de lo que ocurre actualmente en cuanto a que las prepagas
exigen determinada cantidad de pagos para que el afiliado pueda hacer
uso efectivo del servicio.
De esta manera, y tras varios años de
debate parlamentario, la Cámara de Diputados aceptó las modificaciones
realizadas el año pasado por el Senado sobre la sanción original votada
en 2008 por la cámara baja, en base a un proyecto impulsado por la ex
diputada del oficialismo Patricia Vaca Narvaja.
Se trata de un
proyecto marco que el Congreso intentó debatir desde hace varios años
para buscar regular la actividad de las empresas privadas que prestan
servicios médicos a más de 4 millones de personas en el país.
El
punto más cuestionado por algunas empresas de medicina prepaga es el
artículo 10 que establece que las "enfermedades preexistentes pueden
establecerse por declaración jurada y otros medios complementarios a
cargo de la entidad de medicina prepaga, y podrán ser tenidas en cuenta
a efectos de admitir nuevos usuarios".
Al defender el texto en
el recinto y abrir el debate, el titular de la comisión de Salud de la
Cámara de Diputados, el kirchnerista Antonio Morante, consideró
"oportuno y más que necesaria" la sanción de la ley que regula la
medicina prepaga.
En ese mismo sentido, se pronunció al cierre
del debate, el titular del bloque oficialista, Agustín Rossi, aseguró
que se trata de "una buena ley" y recordó fue elaborada "en base a las
denuncias históricas y permanentes que realizaron usuarios y
consumidores del sistema".
"Esta ley genera un marco regulatorio
que no tenía una actividad que, además de ser una actividad con fines
de lucro, tutela un bien social básico que no tenía regulación. Ese es
un motivo más que importante para celebrar esta sesión", afirmó el
legislador, en el marco del plenario.
Desde el radicalismo,
Agustín Portela, vicepresidente de la comisión de Salud de la cámara
baja, consideró que el tema "tiene una implicancia social muy fuerte"
aunque cuestionó algunos puntos, al sostener que "no fue armada con el
sentido de establecer una regulación que garantice el equilibrio de
funcionamiento del sistema de prepagas".
Si bien anticipó que la
UCR votaría a favor del texto aprobado por el Senado, Ricardo Gil
Lavedra, cuestionó la norma y dijo que esa bancada "espera que se
encare el debate en serio", al considerar que "el tema no está en la
protección de quiénes más tienen sino que la salud pública pueda llegar
a todos en condiciones de igualdad".
Desde el bloque Peronista,
Graciela Camaño, sostuvo que con esta ley "se va a lograr modificar el
status de los pacientes que van a dejar de ser usuarios y van a pasar a
ser pacientes" y, tras cuestionar algunos puntos, admitió que se trata
de "un paso importante".
A su turno, el diputado del Peronismo
Federal, Felipe Solá, respaldó el proyecto y dijo que escuchó "varias
veces la idea que con estos cambios peligra el futuro de las prepagas
cuando, en realidad lo que peligra es la altísima rentabilidad, peligra
el liberticidio de poder hacer lo que quieren y romper el contrato que
deberían cumplir".
"Creemos que esta ley es necesaria", aseguró
el diputado de Proyecto Sur, Claudio Lozano, quien destacó la
importancia de la regulación del mercado de la medicina prepaga y
afirmó que se trata de "un paso adelante respecto a la situacion
actual".
Tras anticipar su respaldo al proyecto, la diputada de
Nuevo Encuentro, Vilma Ibarra, miembro informante de la iniciativa,
consideró que se trata de "una norma marco que le dice a la Autoridad
de Aplicación qué límites deben tener las empresas".
Por otra
parte, tanto los diputados de la Coalición Cívica -que destacaron
algunos avances introducidos por la norma- como el PRO anticiparon en
el recinto su postura y pidieron abstenerse, a pesar que ambos habían
respaldado el texto cuando la cámara baja lo sancionó en 2008.
Por
la CC, Juan Carlos Vega, afirmó que se trata de "una buena ley, pero el
problema es el ámbito de aplicación" y cuestionó que la norma "excluye
de su ámbito a quiEnes reciben el servicio de salud de entidades
mutuales o cooperativas gremiales".
Por el PRO, la diputada
Gabriela Michetti consideró que la norma "genera un peligro importante
de la disminución de la calidad de la prestación de servicios de uno de
los subsistemas y no tiene en cuenta a los otros subsistemas".
La
ley, según se establece en el texto, deberá ser reglamentada por el
Poder Ejecutivo dentro de los ciento veinte días a partir de su
publicación, en tanto, las empresas “tendrán un plazo de 180 días" para
la adaptación del presente marco normativo.
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