Según un sondeo entre universitarios, las compañías usan esa forma de empleo cada vez más. Sin embargo, puntos débiles en la legislación hacen que algunas firmas utilicen a los estudiantes como mano de obra barata o los deriven en funciones no formativas.
El sondeo fue realizado por el portal Universia, financiado por el Banco Río.
Miles de estudiantes universitarios que son seleccionados para realizar
una pasantía esperan formalizar una relación laboral, pero la
existencia de puntos débiles en la ley que las reglamenta hace que
algunas empresas los utilicen como mano de obra calificada barata o los
hagan desempeñar en funciones no acordes al objetivo formativo.
La
pasantía es una figura contractual reglamentada desde 1999 "pero
plantea en su espíritu un objetivo laboral cuando en realidad debe
tener un fin formativo y, a partir de esta premisa, es necesario
establecer otras condiciones entre el empresario y el pasante", dijo la diputada Blanca Osuna, autora de un proyecto de ley sobre
pasantías universitarias.
Uno de los puntos más cuestionados
de la ley vigente es que establece un período de hasta cuatro años en
el que una empresa puede contratar como "pasante" a un universitario,
lo que es considerado "excesivo porque atenta contra el fin de la
pasantía, que es una extensión práctica del aula", dijo Osuna.
También
la carga horaria, el salario, los seguros por accidente de trabajo y si
el pasante debe tener o no una cobertura de salud de parte de la
empresa son otros aspectos que no están especificados en la ley
vigente.
Según un sondeo efectuado por el portal Universia en
univeridades públicas y privadas existe una tendencia a incrementar las
pasantías laborales en empresas ya que los estudiantes las consideran
como la oportunidad de tener su primer empleo.
Pero esa
tendencia en alza, que Universia sitúa entre el 20 y el 40 %, choca
contra los abusos que cometen algunas empresas "quienes tienen al
pasante como un trabajador en negro encubierto", destacó Osuna.
En
este sentido especificó que "existen fallos judicales contra empresas
de comida rapida o de telecomunicaciones por atentar contra el fin
formativo de un estudiante que realiza una pasantía".
En la
Universidad de Buenos Aires hay 5.468 estudiantes que trabajan en
empresas con contratos de pasantía y la gran mayoría, 3.920, pertenecen
a la Facultad de Ciencias Económicas y luego le siguen facultades como
la de Farmacia, con 204 pasantes activos.
Oscar García,
secretario de extensión universitaria de la UBA dijo a Télam que "la
UBA no tiene una política para incrementar sus pasantías, porque lo
ideal sería que cada facultad tuviera las herramientas prácticas para
que el estudiante se forme, sin necesidad de realizar una práctica
rentada en una empresa".
García revalidó el fin de la pasantía
en su aspecto estrictamente formativo y en este sentido opinó que "no
debería haber un aporte a una obra social mientars dure la pasantía ya
que esto lo asemejaría a un trabajo".
"Los abusos -explicó
García- no están centrados tanto en el trabajo de más horas que indica
el convenio sino en asignarle funciones al pasante que no responden a
la función formativa".
Osuna explicó que estas situaciones "se
generan porque la ley vigente en su espíritu es laboral, no formativa,
a partir del cambio de este enfoque que proponemos se generarán las
otras condiciones como la regulación del aporte económico o la
cobertura social".
La ley 25.165 que reglamenta a las
pasantías universitarias, no fija topes salariales, sólo existe un
decreto presidencial posterior que determina una escala salarial
salarial que va de los 450 a los 1200 pesos de acuerdo a la carga
horaria pero sólo en caso de que el empleador sea un organismo público.
García dijo que la mayoría de los convenios de pasantías que
tiene la UBA pertenecen a empresas privadas pero que en sus búsquedas
seleccionan a pocos estudiantes, mientras que los convenios con
organismos del Estado, en general, involucran a más de diez alumnos.
Osuna
dijo que su proyecto de ley, que ya fue aprobado por las comisiones de
Educación y de Trabajo y tiene tratamiento de preferencia para
debatirse en el recinto, "establece que debe haber un piso salarial que
no debe ser inferior al básico de convenio".
La diputada
aseguró que la extensión de la pasantía "no debe ser superior a los dos
años, los pasantes deberán tener cobertura en caso de accidentes de
trabajo, cobertura de salud y un docente guía junto con un tutor por
parte de la empresa que vigile el aspecto formativo del estudiante".
Pese
que se quiere privilegiar el aspecto formativo, los estudiantes ven
cada vez mas a la pasantía como la oportunidad de tener un empleo,
tanto es así que muchas universidades privadas promocionan sus carerras
con el argumento de tener pasantías rentadas en empresas. Sobre este
aspecto, Osuna prefirió no opinar ya que "las Universidades son libres
de utilizar el marketing que prefieran".
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