Se trata de una acción que desarrolla la Secretaría de Derechos Humanos, el Ministerio de Salud de la Nación junto al Equipo Argentino de Antropología Forense. La convocatoria a los familiares de las víctimas para que brinden su sangre permitirá aumentar la posibilidad de identificar los restos óseos.
El lanzamiento de la campaña fue realizado en Tucumán durante una conferencia de prensa brindada por el secretario de Derechos Humanos, Daniel Posse y la representante del EAAF, Silvana Turner.
El secretario de Derechos Humanos, Daniel Posse, y, Silvana Turner, del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), mediante una rueda de prensa lanzaron la Iniciativa Latinoamericana de Identificación de Desaparecidos.
La campaña tiene como objetivo principal la recolección de muestras de sangre de familiares de víctimas de desaparición forzada de personas entre los años 1974 y 1983, pero también permitirá contactar a un número importante de familiares de desaparecidos que pueden aportar información esencial para el desarrollo de este trabajo.
Silvana Turner del Equipo Argentino de Antropología Forense que trabajan en la búsqueda de personas desaparecidas de la Dictadura militar en nuestro país entre 1974-83, aseguró que se trata de una convocatoria para que se done muestras de sangre lo que hace aumentar la posibilidad de identificación de restos óseos. La científica aseguró que se sabe que la convocatoria puede generar expectativas por tratarse de un tema muy sensible. Además informó que los interesados en pedir turnos deben comunicarse al 0800-333-2324
“El equipo argentino de antropología forense es una
organización no gubernamental que desde el año 1984 trabaja en la recuperación
de restos óseos de personas desaparecidas y en su identificación”, explicó.
Además, agregó que “uno de los obstáculos que tuvimos a lo
largo de estos años, es la escasa información física de las personas
desaparecidas, por falta de archivos clínicos, por falta de datos
individualizantes o fichas oncológicas; entonces una de las herramientas que
aproximadamente en los últimos 10 años ha aportado a estos fines, es la
genética, que se ha desarrollado ampliamente y que nos permite recuperar ADN de
restos óseos”.
En ese sentido, puntualizó que “hasta este momento las identificaciones que el equipo ha producido se han hecho por vía antropológica, sumado al recurso genético, y uno de los obstáculos es que el recurso genético es escaso y costoso. Se produjeron identificaciones con hipótesis claras en relación a quiénes podrían ser esas personas recuperadas, es decir, ya bien por la información histórica y sumada a la información física, entonces pudimos hacer cotejos más bien de manera cerrada, es decir, unos restos óseos con, por ejemplo, cinco posibles familias.
En este proyecto, la diferencia es que apunta a hacer un cotejo de manera masiva, es decir, a recuperar la mayor cantidad de muestras de sangre de familiares y cruzarlas de manera masiva con el ADN recuperado de los restos óseos ya exhumados y a exhumarse que están analizados, pero que no es posible identificar”.
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