La oposición no acertó en ninguno de sus pronósticos y naufragó ante la gestión presidencial que supo aprovechar las bonanzas de una situación económica que no ofrece turbulencias en el futuro inmediato. A la hora del aporte político la oposición sólo pudo garabatear panfletarias aseveraciones. Escribe, Marcelo E. Torres.
Al momento de concurrir a las urnas las mayorías tuvieron presente la situación económica en alza.
El presidente norteamericano Bill Clinton, durante su campaña reeleccionista, pronunció una frase en una conferencia de prensa; ante la insistencia de un periodista sobre cual era la fortaleza de su gestión, el ex presidente norteamericano le respondió “…es la economía, estúpido”.
No podemos trasladar esa frase directamente, para explicar la fortaleza de la gestión del actual gobierno nacional, pero si podemos transformarla para explicar los desaciertos en la campaña opositora.
Es la economía estúpida, dirían los gurúes del mercado, juntando su grito en las tribunas opositoras. López Murphy, Sobish y hasta el mismo Mauricio, que es Macri, estructuraron su discurso, en la imposibilidad de contener la inflación, desde Enero del 2001, que para ellos, el dólar debería estar a diez pesos, todo el movimiento reactivador que produce la obra pública, sólo se debe gracias a la situación internacional y, según ellos, nada tiene que ver la decisión de cómo se gastan los recursos estatales.
Así es, nada tienen que ver la decisión de renegociar la deuda, con una quita importante, sólo importan los mercados internacionales, que según ellos, son demasiado benévolos con la Argentina. Seguro. Esos mercados nunca persiguen su propio interés. El sostenimiento del tipo de cambio, no tiene nada que ver en la competitividad del producto argentino.
En fin, aún ante los resultados contundentes del 28, ellos siguen insistiendo en que no se puede contener la inflación. No se percatan de que sólo hay que reorientar el gasto, pero no suprimirlo, no analizan el próximo presupuesto, en el cual se aumenta el superávit fiscal. Realmente, a la hora de la política, olvidan todas las ecuaciones económicas y sólo se acuerdan de los panfletos con títulos catástrofes.
Para toda esa oposición que no puede interpretar que “…es la economía, estúpido”; sólo les queda gritar que es la economía estúpida. Estúpida porque no va tan mal, estúpida pues el dólar no vale diez pesos, estúpida pues la inflación es controlable y estúpida pues es una economía para estúpidos. Alguien me dijo una vez “…si le explicas más de tres veces, la teoría de la relatividad, a una vaca y la vaca no te entiende, no es la vaca la estúpida”. Me pregunto quienes serán los estúpidos y quienes las vacas?.
Marcelo E. Torres, especial para TucumanHoy.com
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