Según un trabajo privado, 16,8 millones de hectáreas serán destinadas a la producción de esta leguminosa en la campaña 2007/8, lo que representa un 4,3 por ciento más que la temporada anterior.
Se cultivarán 700 mil hectáreas adicionales, parte de las cuales pertenecen a “zonas norteñas no tradicionales”.
La superficie sembrada con soja en la campaña agrícola 2007/08
ascendería a 16,8 millones de hectáreas, 4,3 por ciento más que en la
temporada anterior, y constituiría un nuevo récord histórico, según
estimaciones privadas.
"En números absolutos se cultivarían
unas 700 mil hectáreas adicionales respecto al ciclo anterior,
fundamentalmente por la expansión de la oleaginosa en zonas norteñas no
tradicionales", afirmó la Bolsa de Cereales en su Panorama Agrícola
Semanal.
Para la entidad, el área dedicada a la oleaginosa
crecería 17,3 por ciento en las provincias del Noroeste y Nordeste del
país y en la cuenca deprimida del Salado, en este caso a expensas de
las ganaderas.
Sin embargo, advirtió el trabajo, la siembra de
la oleaginosa -que acaba de comenzar- registraría su mayor expansión en
las provincias del Chaco y Santiago del Estero al ocupar lotes
originalmente destinados al girasol y al algodón.
En tanto, el
buen nivel de humedad alcanzado en los suelos en las importantes
cuencas girasoleras de La Pampa y del Oeste, sudoeste y sudeste de
Buenos Aires permiten "elevar la intención de siembra nacional original
proyectada (2,6 millones) a 2.670.000 hectáreas".
Esta nueva
proyección de la Bolsa de Cereales es superior en 11,9 por ciento a la
temporada precedente, pese a las menores siembras que se concretarían
en las provincias norteñas.
"Las expectativas por ampliar las
áreas destinadas al oleaginoso en los productores de las regiones
pampeanas compensarían ampliamente las deserciones obligadas por el
clima seco en el Chaco y Santiago del Estero", explicó el trabajo.
En
el caso del maíz, al viernes pasado, ya se sembró 33,2 por ciento de
las 3,2 millones de hectáreas proyectadas con destino a la producción
de grano comercial, a pesar de los inconvenientes causados por las
persistentes lluvias a lo largo de la semana.
"Las 3.200.000
hectáreas que se estiman sembrar en esta temporada (11,5% mayor a la
precedente) están condicionadas a una mejora en las condiciones
meteorológicas tendientes a un escenario más seco que permita completar
las siembras pendientes en la zona líder y en las periféricas",
advirtió.
En cambio, en el noroeste de Córdoba debería ocurrir
lo contrario, ya que son necesarias mayores precipitaciones para
recargar el perfil superior de los suelos.
Por su parte, pese
a la persistencia de las lluvias que en las últimas jornadas cubrieron
la mayor parte del área agrícola, en algunas zonas en forma abundante,
la temperatura moderada a fresca permitía preservar la sanidad de los
cultivos de trigo y no acortar etapas de desarrollo críticas para el
rendimiento.
Así, la condición del cereal continuó mejorando
al oeste (Córdoba) y en sectores del centro-norte de Santa Fe, aunque
desmejoró un poco en la franja este y en sectores del centro-este de
Buenos Aires.
En consecuencia, señaló el informe, el área
triguera nacional tuvo un ligero retroceso de 1 punto en la
calificación positiva "buena/muy buena" que ahora agrupa un 72%; es 21%
"regular", 6% "pobre" y 1% "muy pobre".
No obstante, admitió
el trabajo, "la calificación positiva supera en 20 puntos a la campaña
pasada, perfilando productividades que compensarían la retracción de
2,7% en el área del cereal".
"Octubre será decisivo en la
producción de Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, norte de La Pampa y norte
de Buenos Aires; para el sur bonaerense la ventana crítica se iniciará
rondando el 20 de octubre, pero será noviembre el mes determinante",
concluyó.
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