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Chile : gobierno critica la actitud de propietarios de la mina

El Gobierno chileno reprochó ayer la actitud de los dueños del yacimiento San José, donde desde hace 18 días están atrapados 33 mineros que el domingo pasado dieron señales de vida, por no haber adoptado las medidas de seguridad que hubieran evitado el accidente y no garantizar ahora el pago de los salarios.

El ministro de Minería, Laurence Golborne, quien ha dirigido las labores de rescate, declaró a Radio Cooperativa que le parece "sorprendente" que la empresa no garantice los sueldos de sus trabajadores y sostuvo que su forma de actuar "deja mucho que desear".

El empresario Alejandro Bohn, dueño de Minera San Esteban, dijo a la misma emisora radiofónica que él y su socio, Marcelo Kemeny, no tienen "ninguna intención de seguir con la mina San José por el momento" y que no hay certeza de que la empresa pueda seguir pagando el salario de los mineros. Bohn admitió además que la compañía, propietaria del yacimiento siniestrado, no tenía previsto el pago de los seguros a los trabajadores.

"Debido al prolongado cierre (en 2007) tuvimos un deterioro económico importante y a la fecha no hemos podido reponerlos, pero la cobertura de los seguros en estos casos es bastante baja", argumentó el empresario en unas declaraciones que el ministro Golborne calificó de "increíbles y sorprendentes". "Esas aseveraciones me parecen increíbles, las escuché y las encuentro realmente sorprendentes", respondió el titular de Minería con tono de disgusto. "Olvidémonos de que el Gobierno ayudará a esta empresa que ha tenido este comportamiento (...), las principales obligaciones son suyas", dijo categórico el ministro Golborne.

También sostuvo que el accidente en el yacimiento San José, situado a unos 40 kilómetros de la ciudad de Copiapó, en el norte de Chile, dejó al descubierto una "falta de preocupación bastante importante en cuanto a seguridad". Añadió que si la empresa hubiera cumplido con sus obligaciones, como tener disponible una salida de emergencia a través de la chimenea de ventilación, "nos hubiéramos ahorrado todo este drama".

La mina San José permaneció cerrada un tiempo debido a un accidente que ocurrido en 2007 en el que murió un trabajador, aunque posteriormente fue reabierta. Los inspectores encargados de supervisar la actividad en el yacimiento comunicaron a los propietarios que debían hacer una serie de arreglos para operar, entre ellos la construcción de una chimenea escalonada para ser usada como ruta de evacuación en caso de accidente.

Pero ni la empresa hizo esos arreglos, ni los inspectores de la Dirección del Trabajo verificaron que se cumpliera sus indicaciones. Un año después directivos de la empresa fueron procesados por la muerte de un obrero que falleció aplastado en una de las explotaciones de Minera San Esteban.

En 2010 otro obrero, Manuel Villagrán, falleció en el yacimiento San José y hace apenas un mes el minero Gino Cortés sufrió la amputación de una pierna cuando una roca se la aplastó.

A pesar de estos accidentes, el empresario Alejandro Bohn sostuvo que los dueños de la compañía están "tranquilos" ante las responsabilidades que eventualmente se les pueda exigir por la vía judicial. "La compañía está tranquila en el sentido que nunca tuvo antecedentes de una catástrofe de este tipo; sus trabajadores estaban entrenados y tenían los dispositivos de seguridad para que, acontecido un evento de estas características, pudiesen tener la protección necesaria", repuso Bohn.

Preguntado sobre si pedirán perdón a los familiares de los 33 mineros atrapados, el dueño de la minera San Esteban respondió: "Hay que tener cautela y dejar que la investigación avance para ver qué se pudo haber hecho con anticipación". Los familiares de los obreros han anunciado que llevarán ante los tribunales a los dueños de la mina, a los cuales acusan de negligencia y reprochan que no hayan mantenido un contacto directo con ellos en todo este tiempo.