Los autoconvocados de la salud volvieron a Plaza Independencia para protestar, argumentando que el gobierno no cumplió el Acta Acuerdo firmada el año pasado. Autos importados, camionetas 4x4 y partidos de izquierda describían la postal.
Nuevamente marcharon los trabajadores de la salud autoconvocados a Plaza Independencia. Desde varios hospitales llegaron las columnas encabezadas por autos importados y camionetas 4x4. Aunque también abundaban vehículos chicos de bajo porte. Antes, en el hospital de Niños realizaron una misa por las enfermeras muertas el año pasado por la Gripe A. No faltaron los partidos de izquierda como el PCR, PO, MST, la CCC y también estaba el diputado ruralista Juan Casañas.
Los argumentos son los mismos: el gobierno no los convoca al diálogo. Entre los folletos que repartían en la calle, se leía: “3 meses de hospitales cerrados”, “el gobernador no quiere dialogar”, “usó al arzobispo para firmar el acta acuerdo y no la cumplió”, “no le interesa la salud de los pobres”.
Lo cierto es que amén del justo reclamo, que se sintetiza en mejoras salariales, los únicos que pagan el plato son los que necesitan de la salud pública, los pobres. De ninguna manera puede justificarse medidas tan impopulares como no atender consultorios externos, ni realizar operaciones programadas.
Quizás por esta actitud, el apoyo que tuvieron de la clase media el año pasado, esta vez no existe. Incluso muchos trabajadores de la salud no apoyan al movimiento. Solamente los hospitales grandes dejaron de atender. Sin embargo el funcionamiento de la mayoría de los Caps es normal como el de muchos nosocomios del interior. Sumado a esto hay diferencias insalvables en el seno del movimiento. Un sector a favor de la sindicalización, otro en contra.
En otro de los folletos intentan convencer a la clase media o la sociedad en su conjunto para que apoye la medida. “Hoy quieren separarnos y romper nuestra relación enfrentándonos…Estos inescrupulosos un día se irán y nuestra amistad deberá seguir mientras hayan enfermedades”, se lee, en clara alusión al gobierno.
Por eso piden a la gente que “apoye nuestro reclamo porque es justo. Porque siempre nos unirá la amistad hecha de sonrisas y tristezas y la política que nos invade y denigra es pasajera y deberá ser reciclada tarde o temprano…”
En la marcha del viernes no había más de 150 personas. Intentan crear un sindicato paralelo al de AME y ATSA, ya que el gobierno no se sentará a dialogar ni firmará nada con un movimiento sin personería gremial. La postura de crear un gremio y no luchar por la conducción de los que ya existen los está llevando a una disolución inminente. René Ramirez, secretario general de ATSA fue reelegido el viernes, de una elección en la que participaron 4600 personas, el 60% del padrón.
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