Se llama Carolina Frangoulis hizo esto hace catorce años, tres años después se enamoró y tiró el cuaderno “y no quiero volver a escribir ese alfabeto”, contó a TucumánHoy. “Existo. Tengo una familia constituida donde somos dos mujeres y un niño que queremos las mismas leyes”, expresó.
Fue una de las exposiciones más interesantes en la audiencia pública que se realizó el viernes en Tucumán respecto al matrimonio entre personas del mismo sexo. Se trata de la disertación de Carolina Frangoulis quien luego dialogó con este cronista. Solo exige respeto y los mismos derechos.
“Pido que me reconozcan, nada más. Hace catorce años inventé un alfabeto porque necesitaba poner el nombre de una mujer seguido de la palabra te amo. Lo escondí muy bien, pero tres años más tarde me enamoré, rompí el cuaderno y no quiero volver a escribir ese alfabeto. Quiero poder salir a la calle con mi mujer, libre, que me traten por igual”, expresó Carolina con voz firme y segura.
“Esta sociedad no quiere reconocernos. Como si estuviéramos dentro de un taper a anclados en lo que algún momento ellos llamaron la putoisla. Sin embargo existo estoy en pareja hace doce años, tengo una familia constituida donde somos dos mujeres y un niño que queremos las mismas leyes. No hablo de ley de matrimonio homosexual sino de ley de matrimonio igualitario”, continuó.
En Tucumán, el jueves, miles de personas marcharon hacia Plaza Independencia en contra de esta ley. En este sentido Frangoulis opinó que “a nuestra sociedad le falta ver un poquito más allá de sus narices, creo que hay un grupo muy claro, la iglesia que tiene un aparato único. Es la misma iglesia que empapeló la ciudad con el si a la familia que a mi no me incluye. Creo que este Jesús que es tan grande me incluye, de ninguna manera pienso que yo para Dios esté en la hoguera. Creo que Dios me quiere, me incluye, también a mi esposa, hijo, de eso estoy convencida”.
En este sentido indicó que “esta es la misma gente que estaba en contra de que marchen los pueblos originarios por Tucumán. Debemos reconocernos como iguales pero si no se reconocen entre ellos mismos como puedo pretender que me reconozcan a mi? Yo les pido que en vez de rezar piensen un poco, escúchenme, mírenme, soy igual, hago las mismas cosas que hacen ustedes. No hay diferencias entre ustedes y yo”.
¿Qué opinás sobre el caso hipotético de que a estas parejas heterosexuales les toque un hijo homosexual?
Sería buenísimo porque podrían vivirlo en carne propia. Me gustaría saber si a este hijo homosexual le tendrían el mismo miedo que a mi. De todas maneras creo que hay que ser tolerante. Yo los tolero y luego de haber escuchado tantas barbaridades deberían escucharme a mi.
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