AMPLIARParientes de desaparecidos

19/02/2010 - Derechos Humanos

"Hubo genocidio porque cualquiera que pensaba distinto debía desaparecer"

Conceptualizó el testigo Marcelo Pantaleón Ballesteros, coronel del ejército y director del Centro Militar de la Democracia en Argentina. Aseguró que durante el proceso se violaron tratados internacionales. Que el golpe de Estado sirvió para consolidar los intereses económicos de Estados Unidos y se mostró en contra de que los militares obedezcan ciegamente a sus superiores.

“Quizás los militares temían que se cambie el status quo”, dijo

Tiene 82 años y es coronel, sin embargo pertenece a un sector progresista del ejército. “Mi carrera terminó cuando me opuse al régimen de Lanusse”, declaró ayer el testigo Marcelo Pantaleón Ballesteros.

El coronel pertenece al Centro Militar de la Democracia en Argentina (CeMiDA) creado en 1984. Comentó que conoció a varios tenientes que fueron desaparecidos incluso a uno que lo tiraron desde un sexto piso. Participó en el Juicio a la Junta y como testigo en varios juicios contra represores por crímenes de lesa humanidad.

Ballestero realizó una interesante declaración donde describió de modo brillante el funcionamiento de la jerarquía militar. Entre lo más importantes aseguró que la Doctrina de Seguridad Nacional es un convenio firmado entre Estados Unidos y 21 países más. “EE.UU. convoca a reuniones y hasta sugiere quienes son los enemigos”, indicó.

También detalló que el sistema militar argentino funciona de acuerdo al francés, utilizan la tortura como método para que los detenidos confiesen, es decir la doctrina contrainsurgente que también la adoptó Estados Unidos. Por eso explicó que el país durante el proceso se dividió en zonas, como plateaban los franceses.

En este sentido sostuvo que la idea del proceso era sostener un modelo económico de dependencia a los intereses norteamericanos. Cualquier gobierno que se jacte de estar en contra de compañías de ese país, por ejemplo proponiendo aumentos de sueldos, incremento a jubilados, entre tantas cosas, no estaba con Estados Unidos, entonces se indagaba que estaba con la URSS por lo tanto eran comunista, entonces se aplicaba la doctrina de seguridad nacional.

“Algo de eso hubo en el 76, ya que el golpe no se justificaba, se venían elecciones, quizás los militares temían que se cambie el status quo”, aseguró. A su vez relató que fue el golpe más el duro que sufrió el país. Porque no tiene conocimiento que en los anteriores existieran centros clandestinos de detención.

Estimó que, aunque, durante la dictadura no estaba dentro del ejército, sí se aplicaron torturas y destacó que en la formación militar no están contemplados los centros clandestinos ni las desapariciones. Todo lo contrario, “nos enseñan que en lo posible, demos cristiana sepultura a los cuerpos”.

Respecto a las comunidades informativas, cosa que más adelante generó debates con los represores, sobre todo con Cattáneo, mencionó que “sí existen, sobre todo cuando el enemigo está entre la población”. En este sentido explicó que siempre hay inteligencia puesto que sino sería imposible actuar, es más “cualquier personas hace inteligencia hasta para ir a un cine cuando elige horario y sala”, dijo.

Otro de los puntos destacados fue cuando abordó el tema de la obediencia entre los militares. Según Ballesteros solamente se puede cumplir órdenes de los superiores si estas son legales. “No puede haber obediencia ciega, eso es hasta un insulto para los militares”, aseveró. Y ejemplificó: “puedo ordenar que el miércoles se practique un desfile y que los jueves salgamos a torturar en la esquina, en este caso el subordinado no tiene porque obedecer”.

Además recalcó que durante el proceso se violaron tratados internacionales. Se cometieron excesos. “Y hubo genocidio porque cualquiera que pensaba distinto debía desaparecer”.

Luego Menéndez tomó la palabra: ¿durante los 60 algún enemigo atacó a la Nación? A lo que Ballesteros con zozobra trataba de armar una respuesta, ya que la pregunta era netamente ideológica, finalmente respondió: “no me enteré de enemigos”. El ex jefe de Bussi insistió, entonces el coronel dijo: “sí, Estados Unidos pero eso es otra cosa”.

Sebastián Ganzburg

sebaganzburg@gmail.com