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La sequía y las heladas complican la siembra de granos en todo el país

En casi todo el país se retrasó la plantación de trigo y girasol, debido a la falta de humedad superficial, que pone en una "situación de riesgo" a los últimos lotes sembrados. La contracara fue la finalización de la cosecha de maíz, que confirmó la producción récord de 22,5 millones de toneladas.

Mientras en el Noroeste los suelos de menor aptitud sufren las restricciones de agua, con reservas bajas, en el Nordeste los pocos lotes cultivados también sufre la falta de agua.

La falta de agua y las bajas temperaturas registradas la semana pasada en casi todo el país volvieron a retrasar la siembra de trigo y girasol, aunque no impidieron la finalización de la cosecha de maíz, que confirmó la producción récord de 22,5 millones de toneladas.

Al 27 de julio se sembraron con trigo 4,77 millones de hectáreas, 88,5 por ciento de las 5,4 millones proyectadas; y con girasol, 50 mil hectáreas, sólo 2 por ciento de las 2,53 millones estimadas para esta campaña 2007/08, reveló un trabajo de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

La falta de humedad superficial posterga la mayor parte de las siembras de trigo pendientes en el sur de la región agrícola, al mismo tiempo que implica una "situación de riesgo" para los últimos lotes sembrados, advirtió la entidad en su Panorama Agrícola Semanal.

La hidratación de los cultivos es "clave" para afrontar el severo frío invernal y para destrabar las implantaciones, fundamentalmente del sudoeste, remarcó el informe, que resaltó que en algunas zonas, como las inmediaciones de Bahía Blanca, harán falta mayores milimetrajes para compensar la postergación de las fechas de siembra.

Asimismo, aunque admitió que en el resto del país el estado general del trigo permanece "bueno a muy bueno", alertó que se constataron desmejoras por la conjunción de heladas y baja humedad, primordialmente en ciclos cortos.

Mientras en el Noroeste los suelos de menor aptitud sufren las restricciones de agua, con reservas bajas, en el Nordeste los pocos lotes cultivados también sufre la falta de agua; y en Córdoba, las últimas heladas afectaron fundamentalmente las siembras tardías, realizadas con menor disponibilidad de humedad.

En el sur cordobés, el potencial productivo que ofrecen las buenas reservas de agua que dejó la nieve podría verse limitado por la falta de nutrición de los cultivos, a raíz de los problemas en el abastecimiento de fertilizantes nitrogenados, como urea granulada.

"Oferta, precio y humedad superficial serán claves para una decisión que no podrá postergarse más allá de mediados de agosto", advirtió la entidad cerealera.

En tanto, la situación más comprometida sigue situándose en el sudoeste bonaerense y sur pampeano, fundamentalmente al oeste de la ruta 33 y al sur de Darregueira, donde también las reservas en profundidad comienzan a retraerse.

"En la medida que las siembras continúen postergándose la potencialidad productiva irá en disminución lo que hará necesario de mayores milímetros para completar lo previsto", consignó el informe.

La sequía y las bajas temperaturas también ralentizan la siembra de girasol en las provincias norteñas, Chaco y Santiago del Estero, y en el norte de Santa Fe, únicas regiones donde es posible la implantación de la oleaginosa en esta época del año.

Al significativo faltante de humedad en los suelos, se suman las bajas marcas térmicas que aletargarían el nacimiento del cultivo, exponiendo a las semillas al riesgo de los insectos y hongos del suelo, señaló la entidad presidida por José María Gogna.

Un significativo recorte en las intenciones de siembra en las provincias norteñas, apenas compensado por un aumento del área cultivada en el sudoeste bonaerense, impactaría negativamente sobre la superficie cultivada nacional e impediría concretar el alza de 6,3 por ciento pronosticada en el inicio de la campaña 2007/08.

Por su parte, con escasos lotes aún en pie -en su gran mayoría destinados a silos-, puede darse como finalizada la cosecha de maíz, con una producción récord de 22,5 millones de toneladas, fruto de 2,8 millones de hectáreas trilladas con un rendimiento de 80,2 quintales por hectárea, concluyó el trabajo.