De local y ante una ensordecedora multitud lo pasó por encima a un alicaído San Lorenzo de Almagro. Una diferencia de 3 a 0 que pudo ser mayor si los Santos hubieran mantenido su nivel de juego del primer tiempo. En el balance el partido fue netamente favorable a San Martín,que ganó con autoridad y justicia,
En el primer período los locales pasaron por arriba a la visita.
En un clima de fiesta con un estadio colmado, el equipo de Roldán desde el arranque salió a buscar los tres puntos No le quedaba otra. Logró el objetivo claramente ante un equipo de San Lorenzo borrado en los primeros 45 minutos.
Una defensa bien plantada, un juego colectivo destacable, un medio campo que se comió a los rivales y una ofensiva con rotación, desbordes, incisiva, peligrosa. La pelota en los pies de los santos locales era trasladada con solvencia, con pases cortos, triangulación y siempre con el último pase bien lanzado para Canío, que se desmarcaba y arrastraba marcas, para que Ibáñez, Patricio Pérez, Quinteros y Anchen ganarán en espacios, traslados y llegadas.
Hubo un claro penal a Ibáñez, que el árbitro no sancionó. El Ratón estaba con todas las luces y hacía estragos entre los estáticos defensores azulgranas. El gol tardó 30 minutos en llegar. En ese tiempo San Martín lo buscó con muy buen juego.
Desborde de Ibáñez, casi en mitad de cancha, gran pase para Patricio Pérez, que luego de sacarse la marca se acomodó y con un remate de derecha venció al mejor arquero argentino, Hilario Navarro. Explosión en La Ciudadela 1 a 0 , jugando muy bien y con justicia.
Dos minutos después , una gran jugada colectiva, de contragolpe, permitió que Marcelo Quinteros, de gran labor, se animara a eludir un par de rivales y con un derechazo convirtiera un golazo. Pudieron ser más goles si Ibáñez hubiese dejado sus “egoísmos” y no buscara tanto el suyo.
Fue el mejor primer tiempo de San Martín desde que está en primera división. Manejó la pelota, ocupó muy bien los espacios, presionó para recuperarla , las pocas veces que la perdió, fue preciso en los pases cuando debía descomprimir y en la periferia de las jugadas y tuvo lo que le faltó en muchos partidos, gol.
El segundo tiempo fue para cumplir con el reglamento. San Martín se dedicó a cuidar la diferencia (no me gustó eso). San Lorenzo no lo “molestó” en ningún momento. El tercer gol llegó luego de un desborde del Ratón , a los 21, que puso con precisión , la pelota para que el chileno Canío dejara su sequía y demostrara con un sólido cabezazo lo buen jugador que es. Si le llegarán pelotas más claras, como esa de Ibáñez , o este levantará más la cabeza , vería que casi siempre Cristián Canío está libre de marcas y en posición para convertir.
Claro y emocionante triunfo del equipo de Carlos Roldán , ante un equipo que si bien estuvo quebrado anímica y futbolísticamente, ayer se enfrentó a un San Martín orgulloso de estar en la primera división del fútbol argentino
Daniel A. Villalba
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