Ayer dieron su primera vuelta a la Plaza Independencia. De esta manera comenzaron una dura lucha, que se asemeja a la de otros grupos sociales. Reclaman del gobierno políticas de fondo que contemplen la contención de los menores y mayores mecanismos de control.
Destacaron que sus hijos no son “irrecuperables”, como lo dijo el gobernador Alperovich.
Una nueva protesta se sumó el día de ayer a las demás que con frecuencia se manifiestan marchando en Plaza Independencia.
Un grupo de aproximadamente treinta mujeres, con pañuelos cubriendo sus cabezas, como los de las Madres de Plaza de Mayo, pero de color verde, autodenominadas “Madres de la Esperanza”, dio su primera vuelta a la plaza principal del pueblo de Tucumán en reclamo de mayor atención y contención del gobierno frente a su problema: las drogas.
Al grito de “Sí se puede/ salir de la droga”, desmerecieron los dichos del gobernador Alperovich que días atrás expresó ante la prensa que muchos adictos son “irrecuperables”.
Estas madres, en algunos casos, tienen hijos en contacto cotidiano con las drogas, en otros casos, sus hijos son adictos. En el peor de los casos, sus hijos han muerto debido al consumo de drogas o en sucesos relacionados con ellas.
Los jóvenes consumen, según sus madres, un amplio abanico de sustancias: alcohol y marihuana en casi todos los casos, pastillas con menor frecuencia y cocaína en aun menor proporción. Pero la sustancia que les provoca más y mayores problemas y temores es el paco (pasta base), que desgraciadamente cada vez atrapa a más chicos.
Las madres, en su mayoría de extractos sociales bajos, concurrieron a la plaza para requerir del gobierno una solución a este grave flagelo. Sus pedidos varían desde la instalación de institutos especializados en el tratamiento de menores adictos, pasando por la creación de tribunales especializados para menores de entre 18 y 21 años, hasta la abierta lucha contra la legalización de las drogas.
Más allá de los numerosos reclamos, lo cierto es que esta situación plantea una realidad compleja y problemática que se encuentra instalada desde hace tiempo en la provincia y que, como muchas otras (jubilados, impunidad, indigencia, violaciones a los derechos básicos, etc.) permanecía invisibilizada.
Los sucesos de las últimas semanas, protagonizados por el legislador Balceda y el gobernador Alperovich, sumados otros sucesos, algunas veces desgraciados y otras veces trágicos, a los que nos estamos acostumbrando, tan solo levantaron la alfombra bajo la que habíamos escondido este duro asunto que nos atañe a todos.
Las “Madres de la Esperanza” prometieron seguir marchando alrededor de la plaza todos los lunes a las 20 hs. e invitaron a todos los tucumanos a sumarse a su peregrinación. “Todos debemos estar en la plaza porque todos somos vulnerables y todos nuestros hijos caminan por las calles y conocen muchas cosas”, resaltó una madre.
Asistió a la marcha el legislador Pedro Hugo Balceda. Fue ovacionado por los presentes y dialogó con la prensa (ver nota relacionada).
También se solidarizaron con las madres los "jubilados de la plaza". Algunos de cuyos integrantes estuvieron presentes.
Juan Villarrubia
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