Una vez que se desmoronó el bloque soviético, se abrieron los archivos secretos de la KGB, en ellos se pudo confirmar que durante la administración comunista de Joseph Stalin, "desaparecieron" o fueron "internados" en psiquiátricos, aproximadamente 40 millones de ciudadanos soviéticos (más que el total de muertos durante la segunda guerra mundial). En ese momento, adquirió especial relevancia, una frase pronunciada con frecuencia por el mandatario soviético..." una muerte es una calamidad, pero millones, son sólo estadística", alardeaba Stalin. Escribe Marcelo E. Torres
En algún lugar, del cual ya hablamos antes, manifestaban, sus autoridades, ser un gobierno de alto contenido social. Trabajaron intensamente para los más pobres y necesitados.
La situación heredada, era tan crítica, que, luego de años de gestión, faltaba todo por hacer. Pero sin duda, que uno de los logros más grandes, era el de bajar el indicador de la mortalidad infantil.
A pesar de que los expertos internacionales, aseguraban que era imposible, en materia de salud pública, bajar abruptamente los índices; en este lugar, consiguieron bajar los indicadores en 14 puntos en dos años y medio. Lo crucial de esto es que significaba, según los funcionarios, “…miles de bebés con vida…, los cuales antes se morían…”.
El milagro de la gestión consistía en aplicar programas de monitoreo prenatal, combinado con un plan de acceso a medicamentos, más un equipamiento e inversión en infraestructura para los centros de salud, todo rodeado de una intensa campaña mediática que te explicaba las “bondades” de tener hijos, a la hora de acceder a planes sociales. Lo curioso es que todo esto se aplicaba en otros lugares del mundo y los índices no mostraban una caída tan magnífica como en dicho lugar.
Hasta que alguien vendió el secreto. Resulta que en Stalinlandia, también modificaron la definición abarcativa del término “nacido vivo”. Mientras en el resto del planeta, se considera como nacido vivo a todo ser humano que salga del vientre materno con un solo indicador de vida, en Stalinlandia, sólo se consideraban a aquellos que cumplan con el requisito de nacer con más de 500 gramos y sobrevivan al alumbramiento; los que no cumplían con dicha condición, es decir, el nacer con una señal de vida, pesar menos de 500 gramos, pero no sobrevivir al esfuerzo del alumbramiento, provocaba quedar fuera del conteo estadístico.
El dato del cambio de definición tomado para el conteo, era considerado menor, hasta que un promotor de los derechos humanos, se percató que a esos bebés que no entraban en el conteo se los consideraba como fallecimientos prenatales, acto seguido no le entregaban el certificado de nacido vivo, que es con el que se reclama el subsidio por nacimiento que debe pagar toda obra social. Tampoco se le reconocía identidad, o sea que era una forma sutil de negar el derecho a la identidad, todo en una administración de “alto contenido social”.
La frase de Stalin tiene un grado superlativo de significancia, dentro del marco conceptual de una ideología. Deseo que cada lector le cargue el significado emocional que le parezca y luego decida su afinidad ideológica, si la tiene o quiere tenerla. “Primero fueron por los judíos…y a mi, no me importó; luego fueron por los negros,…”; “…millones, son sólo estadística”. Espero que la ideología de Stalinlandia, nunca llegue a gobernar Tucumán.
Marcelo E. Torres especial para TucumanHoy.com
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