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AMPLIAR Keiko Fujimori saluda al salir del palacio de gobierno, donde dejó una carta para el presidente peruano Francisco Sagasti

Keiko Fujimori se queda sin aliados en denuncias de fraude

La candidata presidencial de derecha de Perú, Keiko Fujimori, que ha estado luchando para anular el resultado inicial de las elecciones del 6 de junio que la mostraban detrás de su rival Pedro Castillo, podría estar agotando el tiempo y los aliados.

Sigue.

Castillo, quien ha sacudido el sistema político del país andino, terminó con una estrecha ventaja de 44.000 votos con todas las papeletas contadas, aunque el resultado se ha retrasado con Fujimori alegando fraude y buscando la descalificación de los votos.

Sin embargo, ese intento pareció flaquear, ya que los aliados potenciales se han distanciado de Fujimori, la hija del divisivo expresidente Alberto Fujimori, quien actualmente se encuentra en prisión por corrupción y abusos contra los derechos humanos.

"Ya basta", decía un editorial de fin de semana en el diario conservador El Comercio, parte de uno de los conglomerados mediáticos más poderosos del país sudamericano que en general ha apoyado a Fujimori.

"Hoy está claro que lo que comenzó con el uso de recursos legales legítimos para cuestionar la idoneidad de algunas papeletas ... ha comenzado a convertirse en un intento de diferentes sectores políticos de retrasar el proceso al máximo".

El partido Perú Libre de Castillo y el organismo electoral han negado cualquier reclamo de fraude y los observadores electorales internacionales han dicho que la votación se llevó a cabo de manera limpia. El Departamento de Estado de Estados Unidos fue más allá y lo calificó de "modelo de democracia".

El lunes, Fujimori acudió al palacio de gobierno y entregó una carta al presidente interino, Francisco Sagasti, solicitando una auditoría internacional de la votación. Sus afirmaciones han ganado el respaldo de algunos votantes y algunos militares retirados.

El jurado electoral, que se vio obligado a dejar de revisar las papeletas impugnadas la semana pasada luego de que uno de los jueces presentara su renuncia, reanudó su trabajo el lunes para completar el proceso, necesario para anunciar el resultado final.

¿JEFE DEL BANCO CENTRAL?

La ajustada elección ha dividido al país entre las élites urbanas más ricas y las áreas rurales más pobres. El sábado miles de peruanos de ambos lados salieron a las calles en medio de la incertidumbre sobre el resultado. 

Castillo, un ex maestro de 51 años e hijo de campesinos, ha sacudido a inversionistas y empresas mineras con planes para reescribir la Constitución y mantener una mayor participación en las ganancias de los recursos minerales, incluido el cobre.

Sin embargo, ha buscado moderar esos temores nombrando asesores económicos más moderados y el fin de semana dijo que quería retener al muy respetado director del banco central, Julio Velarde, una señal clave de estabilidad para los mercados. 

Pedro Francke, un economista de izquierda que ahora es portavoz económico de Castillo, dijo que el candidato había hablado el lunes con Velarde, quien debía renunciar en julio al final de la actual administración.

"Institucionalmente, esto es lo más importante", dijo Francke a la radio local Exitosa, y agregó que aún queda trabajo por hacer para convencer a Velarde de que se quede.

“De hecho el propio Julio Velarde ha dicho 'Bueno, estoy un poco cansado, lo pensaré'. Y bueno, hemos acordado hablar más tarde cuando Pedro Castillo haya sido confirmado oficialmente y así podamos concertar una reunión formal ”, dijo Francke.