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AMPLIARJorge Salas, presidente del Jurado Nacional de Elecciones

La junta electoral de Perú dice que está trabajando a toda velocidad para resolver impugnaciones de Fujimori

La junta electoral de Perú dijo ayer jueves que estaba trabajando a máxima velocidad para verificar los votos disputados de las elecciones presidenciales del 6 de junio para poder declarar "rápidamente" los resultados finales y terminar con la tensión y la incertidumbre.

Sigue.

Jorge Salas, presidente del Jurado Nacional de Elecciones, dijo en un mensaje en Twitter que todo el personal de la organización estaría trabajando durante el fin de semana para garantizar que la verificación de los votos impugnados fuera "acelerada".

El socialista Pedro Castillo se adjudicó la victoria esta semana después de que el conteo de votos le dio una ligera ventaja sobre su rival de derecha Keiko Fujimori. Pero Fujimori no ha cedido y ha prometido seguir luchando, alegando fraude electoral del que su partido ha aportado escasas pruebas.

Expertos electorales dijeron que el trabajo de verificación de los votos en disputa podría llevar días o incluso semanas, dado que el partido de Fujimori ha pedido la anulación de unas 900 mesas de votación.

En las elecciones de 2011 y 2016, contiendas en las que Fujimori también corrió y perdió, el anuncio oficial del ganador se llevó hasta finales de junio, con menos votos disputados.

Castillo se ha reunido en los últimos días con candidatos presidenciales que se postularon en la primera vuelta de las elecciones, otros representantes de partidos políticos y grupos de la sociedad civil en un intento por tender puentes mientras busca formar un gobierno.

La aparente elección del ex maestro y líder sindical de 51 años al frente de un partido que defiende las ideas marxistas ha alarmado a la pequeña élite urbana de Perú.

También ha planteado dudas sobre la posibilidad de una nueva ola de gobiernos de izquierda en América del Sur, con elecciones previstas en los próximos 18 meses en Chile, Colombia y Brasil. Como Perú, todos han estado marcados por una política cada vez más polarizada y problemas económicos agravados por la pandemia de COVID-19.

Castillo ha insistido en que no es comunista y utilizará medios democráticos para redistribuir la riqueza. Sin embargo, sus promesas de renegociar los impuestos a la minería y romper la constitución del país han alarmado a los inversores.

'CAMBIO DE RÉGIMEN ORDENADO'

En una nota el jueves, JP Morgan dijo que el "mensaje más moderado" entregado por Castillo y su equipo desde la votación había reducido la presión arterial colectiva.

Llegar a partidos políticos más centristas "sería un buen augurio para la narrativa de la moderación, abriendo la puerta a un escenario de cambio de régimen ordenado", agrega la nota.

Con el 100% de los votos contados el martes, Castillo se adelantó con un 50,125%, una diferencia de 44.058 votos frente a Fujimori, la hija del ex presidente preso Alberto Fujimori.

La ajustada elección ha dividido profundamente a los peruanos. Casi a diario se realizan marchas de protesta de simpatizantes de ambos candidatos en el centro de Lima, en las que se pide una rápida resolución y respeto a la voluntad popular.

El estancamiento electoral y la demora resultante en el anuncio de las políticas económicas del nuevo gobierno también podrían tener un impacto escalofriante en las inversiones, dijo Julio Ruiz, economista jefe para México y Perú del banco brasileño Itaú.

En una conferencia de prensa el jueves, Fujimori dio a conocer un equipo de abogados que su partido ha designado para impugnar la validez de hasta 250.000 votos emitidos en 900 mesas de votación en áreas rurales en su mayoría empobrecidas.

"Tenemos derecho a saber la verdad", dijo Fujimori.

Los abogados de su partido dicen que presentarán pruebas de irregularidades a instituciones como la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea. Los observadores internacionales han dicho anteriormente que veían las elecciones como limpias y transparentes.