Belén Cano, de 13 años, había caído por el hueco del ascensor cuando intentaba saltar al palier del hotel Mediterráneo el domingo pasado. Su estado era sumamente crítico (traumatismo de cráneo, traumatismo severo de tórax y pelvis) y ayer, falleció.
Después del hecho, comienza a analizarse si efectivamente, los ascensores que funcionan en hoteles y edificios de departamentos.
La familia, oriunda de Catamarca, se encontraba de paseo en
la provincia. Belén y uno de sus hermanitos jugaban en el ascensor del hotel
Mediterráneo y, al intentar saltar al palier cuando se trabó el artefacto, la
jovencita de 13 años cayó por el hueco. Inmediatamente fue trasladada al
Hospital de Niños donde fue sometida a una intervención quirúrgica que extendió
por más de 6 horas.
“A pesar de todos los esfuerzos realizados, la nena no pudo sobrellevar las múltiples lesiones que tenía: traumatismo de cráneo, traumatismo severo de tórax y pelvis. Hoy (por ayer) a las 9:30 horas dejó de existir”, explicó el subdirector del nosocomio, Oscar Hilal.
Esta tragedia, vino a corroborar que en nuestro país nunca se trabaja sobre la prevención de los accidentes, sino, se trata de justificar un hecho consumado. Desde el Concejo Deliberante Capitalino informaron que existe una ordenanza vigente que establece que “todas las puertas de los ascensores deben ser transparentes para que, quien se traslada, pueda observar si al bajar está en aparato en el piso indicado y no en un nivel intermedio”.
Mientras tanto, desde el Ente Tucumán Turismo, aseguran que el pasado mes de mayo se realizaron las inspecciones de rutina y el hotel donde ocurrió la tragedia, se encontraba en condiciones de funcionar. Esto, incluyendo obviamente, los ascensores con que este espacio cuenta.
María Celia Nahra
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