La dieta mediterránea, cuyo valor nutricional y beneficios fueron destacados por la Organización Mundial de la Salud, es un importante "factor de promoción" de la cocina italiana en el mundo, afirmó ayer el ministro del Exterior, Luigi Di Maio.
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"La dieta mediterránea es un factor extraordinario de reconocimiento y promoción para nuestro sistema agroalimentario.
Un sector de primer plano para la economía italiana que deseamos valorizar todavía más", sostuvo Di Maio en un vídeo, para celebra el décimo aniversario de la inscripción de la dieta en la lista del patrimonio cultural y material de la UNESCO.
Para dar cuenta de la importancia de los productos que integran la famosa dieta mediterránea -frutas, verduras, legumbres, cereales y aceites- Di Maio dijo que representan una "facturación de 538 mil millones de euros, equivalentes al 25% del Producto Bruto Interno (PBI) nacional". El ministro del Exterior italiano citó varias cifras que dan cuenta de los ingresos derivados de la dieta mediterránea.
"La Unión Europea (UE) es el principal mercado de nuestros productos agroalimentarios, equivalente al 64%, con el ingreso de alrededor de 14.300 millones de euros en los primeros seis meses de este año", señaló.
Agregó que también "las exportaciones directas a países por fuera de la UE, en el mismo período, crecieron el 4% anual, acercándose a uno 7.900 millones de euros".
"La importancia de la dieta mediterránea fue destacada también por diversas agencias de las Naciones Unidas, como la UENSCO y la FAO, ya sea en términos de sostenibilidad y biodiversidad o de la lucha contra el desperdicio de alimentos. También, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la destacado desde hace tiempo el valor de las características nutricionales y saludables de la dieta mediterránea", subrayó. La ministra de Educación italiana, Lucia Azzolina, se sumó a las celebraciones.
"Hoy, de hecho, es la fiesta de nuestra mesa, de aquel arte gastronómico que nosotros, como italianos, desde hace años cuidamos y transmitimos", dijo.
Azzolina destacó el rol fundamental de estos alimentos para prevenir enfermedades.
"La dieta mediterránea es una síntesis perfecta de influencias, de cultura y de historia, que nos hizo célebres en el mundo por sus beneficios sobre la salud. En la actualidad todos sabemos que tiene un rol importante para prevenir y contrarrestar ciertas patologías que, generalmente, están asociadas a una alimentación incorrecta", subrayó.
Agregó que "la escuela tiene un rol decisivo para sensibilizar a los más jóvenes y, como consecuencia, a sus familias, para una correcta alimentación".
"No solo la comida que se consume en la escuela es parte integrante del proyecto educativo, porque contiene muchas otras cosas: la sociabilidad, la cultura, el intercambio", dijo.
Además, se refirió también al aspecto informativo.
"En nuestras escuelas técnicas y profesionales se forman aquellos importantes profesionales que operan en el sector alimentario, entre ellos, miles de cocineros que devienen embajadores de la dieta mediterránea en el mundo. A estos campos de estudio debemos dedicar una renovada atención", sostuvo la ministra.
Que los ministros resalten los beneficios y la importancia de la dieta mediterránea resulta fundamental en un momento en que no tiene muchos adeptos entre los italianos, a pesar de que su pirámide nutricional se convirtió en modelo alimentario en todo el mundo.
Se trata, sobre todo, de un estilo de vida, a favor de alimentos más sanos, que en los últimos años perdió brillo frente a las dietas bajas en carbohidratos y muy altas en proteínas, que prometen una pérdida de peso rápida pero poco saludable a largo plazo, según destacó el Consejo para la Investigación Agroalimentaria italiano (CREA).
Prueba de ellos, subrayó la Fundación Barilla, es la gran cantidad de italianos obesos o con sobrepeso, el 25% de los niños y el 46% de los adultos. Un estudio realizado por la investigadora del CREA, Stefania Ruggeri, al que tuvo acceso anticipado ANSA, revela que apenas el 10% de la población italiana adhiere a la dieta mediterránea mientras que el 23% no la sigue.
Entre las causas "está la dificultad en seguir este modelo alimentario y sobre todo la falta de confianza en su potencial saludable, incluido el mantenimiento del peso corporal". Según Ruggeri, el secreto es "reapropiarse" de esa tradición italiana "pero en una clave más actual, eligiendo con cuidado los alimentos que colocamos en la mesa, invirtiendo en calidad y poniendo atención en la cantidad".
En primer lugar, el aceite de oliva extra virgen, que está entre los productos bajo ataque por sellos alarmistas en muchos países, como recuerda la Confederación Nacional de Cultivadores Directos de Italia (Coldiretti).
Luego, hay que incorporar frutas y verduras frescas, cereales, legumbres, pero también pescado azul (con contenido graso, como anchoa, arenque o atún) y ya no solo besugo, lubina o lenguado. A diferencia de hace diez años, la Federación de Pesca italiana recuerda que hoy hay en el mercado muchas especies, que en un momento solo estaban al alcance de unos pocos sitios "gourmet", desde el pez aguja a la sardina, que se convirtieron en verdaderas estrellas de la cocina saludable. Desde el punto de vista económico, la dieta mediterránea es también saludable: permite ahorrar 7 euros por semana, como revelan datos del Observatorio Waste Watcher (Last Minute Market/Swg), según el cual, para un carrito repleto de ingredientes mediterráneos se gastan 46,27 euros por semana, contra los 53, 55 euros de una compra estándar.
En síntesis, parece que es hora de relanzar este modelo a todos los efectos para que vuelva a ser una dieta "cool".
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