El proyecto de ley de Trastornos Alimentarios está listo para llegar al recinto y esto sería el próximo miércoles. El punto de la discordia es que el Senado aceptaría la eliminación de la palabra azúcar pero no aprobaría la exclusión de la anorexia y la bulimia.
La Comisión de Trabajo del Senado emitió dictamen favorable al proyecto de ley sobre prevención y control de trastornos alimentarios, que obtuviera sanción durante el año pasado de esta misma cámara y fuera modificado por Diputados.
Luego de que obtuviera dictamen de la Comisión de Salud y de Trabajo, el
proyecto de ley de Obesidad está listo para llegar al recinto. Esto sería en la
próxima sesión.
Cabe destacar que el texto aprobado acepta las
modificaciones introducidas en el artículo 11, acerca de la obligatoriedad de
incluir la leyenda "el consumo excesivo es perjudicial para la salud" en
determinados tipo de alimentos, de elevado contenido calórico pero bajo en
nutrientes esenciales.
Al mismo tiempo, se decidió sostener la redacción
del Senado en lo que constituía uno de los aspectos más importantes del
proyecto: el de la definición de qué se entiende por trastornos alimentarios.
De esta manera, se ratificó por unanimidad el criterio de que deben
incluirse dentro de la ley no sólo a la obesidad sino también a la anorexia
nerviosa y a la bulimia, las que manifiestan alarmantes índices de crecimiento
en nuestro país: según estadísticas de la Secretaría de Salud porteña, Argentina
ocupa el segundo lugar mundial - después de Japón- en incidencia de estas
enfermedades.
Así las cosas, el proyecto de ley de Obesidad que volvió
al Senado se convertiría en ley rechazando la redacción del artículo que
estipuló Diputados para excluir la anorexia y la bulimia. Esta posibilidad está
contemplada por el artículo 177 del reglamento del Senado.
"En el país
que produce alimentos para todo el mundo, faltaba precisamente una legislación
que abordara los trastornos de alimentación" señaló el titular de la comisión,
el radical Gerardo Morales.
"La ley que aprobamos aborda la problemática
en su conjunto: desde la prevención al tratamiento, desde la educación a la
actuación de los profesionales. Y a pesar de que está dirigida a toda la
población, los principales destinatarios son los niños, adolescentes y jóvenes",
agregó al respecto el senador jujeño.
El texto considerado incorpora
estas enfermedades dentro del Programa Médico Obligatorio, obligando a las Obras
Sociales y Empresas de Medicina Prepaga a brindar la cobertura necesaria, ya sea
a través de tratamientos médicos como de medicamentos.
Prevee también la situación de aquellos que son discriminados por su obesidad, generando además la existencia de una serie estadística de la problemática -a través del registro de hospitales y sanatorios-, a los efectos de contar con información actualizada que permita dimensionar el fenómeno y diseñar políticas públicas acordes.
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