Luego de hacer su declaración en la cual lloró tres veces. Dos de ellas cuando alabó a los médicos tucumanos, la otra al referirse a los “50.000” tucumanos que lo acompañaron en su retiro. El fiscal increpó sólidamente con preguntas a Bussi. Activa participación del fiscal Terraf. Todas las preguntas con sus respectivas respuestas.
El represor respondió con claros signos de lucidez.
El genocida respondió con total solvencia. Demostrando que su lucidez está intacta. Recordó fechas y jerarquías dentro del rango militar. Para lo único que perdió la memoria fue para decir que Menéndez era su superior. Insultó al desaparecido Vargas Aignasse. Reconoció campos de detención.
¿Quien le dio la orden de
captura para Vargas Aignasse?
Le amplio la pregunta si usted me
perdona. Pormenorizada en sus más íntimos detalles que
no daba lugar a ningún tipo de opción, dimos la lista
conforme a la forma que debía procederse conforme a la
jerarquía.
Voy a volver a preguntarle. Responda
de manera concreta. ¿Quien le dio la orden a usted para
retenerlo a Vargas Aignasse?
La orden me llego vía Comandante
del Tercer Cuerpo.
¿Quien era el Comandante del
Tercer Cuerpo del Ejercito en ese momento que le dio la orden a
usted?
No lo recuerdo señor.
Señor Bussi, al asumir,
usted, el cargo de interventor militar en Tucumán, quedaron
bajo su jurisdicción y su orden, la policía de la
provincia de Tucumán y el servicio penitenciario provincial?
Sí señor fiscal, pero a
través de organismos dependientes, de ninguna manera en forma
directa. La cárcel de Villa Urquiza dependía del
Gobierno Militar a través de su Secretario de Gobierno y
Ministro de Gobierno entre grados y responsables de presos comunes.
En tanto y en relación con los presos políticos se
controló a cargo de guardacarceles especialmente designados
que eran controlados por organismos mayores del Estado General del
Ejército.
Señor Bussi, ¿quien
cumplió la orden que usted dio de detener a Vargas Aignasse?
La cumplió el comisario...pero
esto venía programado en esta forma. Conforme le repito señor
fiscal, de acuerdo a la jerarquía, cargo, función que
desempeñaba. Se constituyeron también contenida en la
orden las distintas comisiones. En el caso de Vargas Aignasse que era
un funcionario, digamos, de segunda categoría. Su detención
correspondió a la policía provincial bajo el mando del
Comisario General Sirnio.
Repentinamente toma el micrófono la defensora de Bussi para decirle al fiscal que: “no use las respuesta. El señor fiscal dice, la orden que usted dio. Y la orden no la dio mi defendido y ya lo aclaró, entonces solicito que no se induzca en la pregunta, respuesta”.
A lo que Terraf responde, “textual lo que dijo. Estricta y detallada para detención del señor Vargas Aignasse. Al preguntarle quien le dio la orden. El dijo que fue el comandante del Tercer Cuerpo del Ejército”.
Bussi contesta “No señor, la junta de comandante en Jefe me llegó por la cadena de comando, a través del Comandante del Tercer Cuerpo. No me la dio el Comandante del Tercer Cuerpo.
Usted se la transmitió a
quien
Eso se programó y planeó
en el ámbito del Estado Mayor y allí se realizaron las
Comisiones y le correspondió a la policía de la
provincia. Y elegimos al mejor Comisario de la provincia. Yo estaba
combatiendo en el monte. En pleno corazón del monte tucumano
cuando esto sucedió. Estaba todo programado y planeado.
Solamente faltaba la orden para el día D y la hora H, ¿se
da cuanta? Esa orden salió a fines de febrero del 76 para
ejecutarla el día D y hora H, coincidente con la inminencia
del golpe militar. Así que el Estado Mayor se preparó
para las comisiones. Al señor Vargas Agnasse por su cargo o
funciones le correspondía a la policía de la provincia
y se eligió al mejor comisario de la repartición que
fue el Comisario General Sirnio.
¿Quien lo eligió?
Lo eligió la policía
porque ya le tocó llevar a cabo la detención de los
funcionarios del segundo nivel. Del primer nivel fueron llevados por
el ejército.
Al impartir la orden de detención
del señor Vargas Aignasse, previamente, ¿se puso en
conocimiento a algún juez competente esa orden de detención?
Señor fiscal, yo era el
Comandante en zona de operación. Lamento que usted desconozca
las competencias de un Comandante en zona de operación.
Lamentablemente o afortunadamente asumía con el cargo las suma
del poder público de la provincia. Estábamos en estado
de guerra señor fiscal, y bajo estado de sitio. Tenia
capacidades y competencia para intervenir la justicia provincial. Y
las respeté para que me sirvieran de contralor.
Usted, ¿Puso en conocimiento
al juez antes y solicitó la orden de allanamiento para
ingresar al domicilio del señor Vargas Aignasse?
En la guerra no hay allanamientos,
señor fiscal, ni tampoco ordenes previas. Hay golpes de manos
sobre presuntas guaridas o trincheras, descubiertas como domicilio
particulares. El accionar subversivo, las tácticas de los
subversivos no daban tiempo para requisitos legales que en la
práctica no se podían llevar a cabo. Si usted veía
en la calle, detectaba, tenía conocimiento cierto del que
transitaba un individuo (quiso decir: si tenia un conocimiento cierto
del individuo que transitaba), lo capturaba, no lo detenía,
sin orden legal, estado de guerra (quiso decir no hace falta orden
legal para detenerlo, estábamos en estado de sitio,
reconociendo su total participación en secuestros) ¿contesto
su pregunta? porque comprendo que debe ignorar, por supuesto, como yo
ignoro los códigos, lo que es el fenómeno de la guerra
y el Estado de sitio.
Señor Bussi, si ingresó
la policía de la provincia a un domicilio particular al mando
del mejor oficial, según usted dijo, ¿porque actuaron
de noche y encapuchados?
-Bussi pidió un minuto- el
fiscal dice: “Si me permite antes que conteste. No voy a esperar
que termine el juicio y se acredite todos los extremos que ya están
acreditados en el expediente para poder interrogarlo, porque esta es
mi oportunidad. Por eso en estos momentos le pregunto y por ello es
procedente la pregunta”.
Yo se la contesto señor fiscal. No derribamos la puerta. Golpearon fuertemente porque eran altas horas de la noche. Se llegó a esa hora porque a esa hora fue la hora H. A continuación inmediata del golpe de Estado que en Buenos Aires tuvo lugar prácticamente con la detención del ex presidente, a las 11,30, pero en Tucumán la intervención llegó a eso de las 4,30 o 5. Pero la orden de detención de potenciales opositores por jerarquía a cargo de sus funciones, llegó alrededor de las 2 o 3 de la mañana. Y rápidamente salieron las patrullas que estaban preparadas. No fueron enmascarados. Fue el Comisario Sirmio. Con uniforme. Con efectivos policiales de la policía provincial de uniforme. Eso de la patota, señor, es parte de la trama y del libreto “erpiano” de Luis Eduardo Duahlde con el asesoramiento de ex detenidos liberados. Y expulsados de instituciones por mala conducta. Y el señor Juan Martín, que merecería un acto aparte. Permitieron el armado de una trama y un libreto para justificar el pasaje a la clandestinidad.
Yo como Comandante de las operaciones, no necesitaba secuestros. Podía ordenar la detención de cualquier persona bajo sospechas ciertas de su actividad. Sin autorización judicial. Son blancos móviles. Duran y tienen presencia en décimas de segundo. No da oportunidad ni a tomar ningún otra acción que no sea capturarlos. No es una detención, señor fiscal. En la guerra son capturas. Así que no sé si respondo a su pregunta.
Ante tamaña declaración el fiscal sale del formalismo para decirle. “Usted plantea una situación que no se condice con la realidad que vivimos pero eso es motivo de otra conversación, de otra discusión o de otra exposición. Yo estoy convencido que no era una guerra. De todas maneras...”
Bussi interrumpe y para comentar. “Lo felicito señor fiscal. Debe ser la única persona en Tucumán, o seguramente no es oriundo de Tucumán, para decir semejante afirmación”.
Señor Bussi, de su casa,
Vargas Aignasse, ¿a donde fue trasladado?
De su casa fue trasladado a la jefatura
de la policía y voluntaria y espontáneamente el señor
Vargas Aignasse, ofreció a cambio de su libertad, una frondosa
documentación delatando a sus compañeros de ruta. Cosa
que en principio aceptamos y lo llevamos, pocas horas después
a su domicilio donde se entrevistó con su señora, con
quien tuvo una breve charla y combino en que una de las carpetas
faltantes se la iba a acercar posteriormente al señor . Ni en
esa oportunidad, ni cuando la señora lo citó en la
cárcel en víspera de su libertad, el señor
Vargas Aignasse acusaba torturas duras. Solamente alguna señal
del vendaje y las esposas común en todas las detenciones, en
todas las partes del mundo.
¿Como sabe usted y le consta
que la señora del señor Vargas Aiganasse lo visitó
a el a la cárcel?
Porque lo llevamos personalmente. El
señor Chavez fue el interlocutor que lo llevaró
personalmente. Creo que en un vehículo militar a la cárcel
a ver a su marido a quien pudo observarlo a través de la
ventana a poquísimos metros, en plena libertad, en pleno
ejercicio, fregándose las muñecas., Seguramente por las
esposas y sin acusar ningún signo de torturas ni nada que se
le parezca.
Por otra parte señor fiscal tanto en la detención como en la libertad del señor fue consultada por la junta del comandante en jefe. En esta orden para este caso particular no tenia potestad para liberarlo por mi cuenta.
Lo liberamos porque informé que era un perejil, un buchón y que había colaborado eficientemente en la localización de casas de montoneros. Que no tuvieron éxito porque fueron alertadas por las mentiras vox pópuli que en la carcel el señor Vargas Aignasse había dicho a sus compañeros de ruta.
En ese momento surgió un intercambio verbal entre el legislador Vargas Aignasse (hijo del acusado), Ricardo Bussi, la fascista María Vaca y su hijo que terminó en con la expulsión del recinto del joven y el hijo diputado.
Bastante indignado por lo sucedido el fiscal dijo: “Le pido un favor señor Presidente, que el señor Bussi, se refiera al imputado con respeto”.
¿Quien era su inmediato
superior, señor?
La zona de operaciones, señor
fiscal, es una institución autónoma. En tiempo de
gobierno constitucional dependía del Consejo de Seguridad
dependiente de la presidenta de la Nación. Y durante el
gobierno defacto de la Junta Comandante en Jefe a través del
Estado Mayor General que lo reportaba permanentemente.
¿A que se debían las
visitas del Generl Luciano Benjamín Menéndez a la zona
de operaciones y a la provincia de Tucumán cuando usted era
interventor de la provincia?
Porque consideraba como relación
los aspectos de instrucción logísticas señor
fiscal. Fui autónomo independiente desde el punto de vista de
la conducción de las operaciones militares, pero del punto de
vista de la instrucción y la responsabilidad del General
Menéndez por el otro lado, desde el punto de vista logístico,
de la responsabilidad de la provisión de los recursos
materiales.
La orden de liberación de
Vargas Aignasse, ¿le vino de parte de la junta de Comandantes
Generales o la impartió usted?
Fue una consulta que hicimos con el
Estado Mayor del Ejercito por intermedio de la Junta Militar. Le
pusimos que el señor Vargas Aignasse no tuvo una participación
activa y había colaborado con las fuerzas armadas y autorizaba
su libertad.
¿Cuándo se dieron
cuenta que el señor Vargas Aignasse no tenía una
participación activa?
Por sus antecedentes se lo dije en el
transcurso de la declaración. No obraba ni comandos, ni en
zona de operaciones antecedentes ideológicos del señor
Vargas Aignasse.
¿Porque fue ordenaba su
detención?
Eso pregúnteselo a la Junta
Comandante en Jefe y no a mi.
Luego de la consulta con el Comando
General, la liberación con Vargas Aignasse ¿de qué
manera instrumenta esa liberación?
Cuando el señor Vargas Aignasse
demostró su no participación en la lucha y con el
aporte de la documentación probatoria gestionamos su libertad.
En ese intervalo lo trasladaron a la cárcel de Villa Urquiza
que funcionaba como lugar de detención de personas detenidas.
En un pabellón aparte para los presos políticos.
¿Cuantos lugares de detención
para personas detenidas había cuando usted era interventor?
Cuando era comandante, ¡cientos!
Señor fiscal. Cada zona y cada fuerza de tareas. Y le recuerdo
que operaban mas de 20 fuerzas de tareas en Tucumán con
lugares propios de detención de personas para la simple
identificación de antecedentes sobre personas sospechosas o
sorprendidas en colaboración en apoyo de subversión. De
allí, dependía si resultaba positiva la comprobación
en la jefatura de policía, donde equipos especiales, repetidos
periódicamente por el Comandante en Jefe del Ejercito, hacían
los interrogatorios de prácticas. Pero había cientos,
no le puedo decir cuantos. Cada fuerza de tareas rotaban cada 45 días
y operaban en distintos lugares. Y utilizaban distintas
infraestructuras, generalmente públicas. Comisarias, escuelas,
etc, contaban con su propio lugar de detención para la
interrogación previa de personas detenidas bajo sospechas
ciertas.
¿Usted conocía la
existencia de todos y cada uno de esos lugares?
Era competencia de la fuerza de tarea
señor. Dependían del Comandante Táctico que
operaba en Famaillá.
¿Quien era, señor?
No me acuerdo, fueron varios.
Ese militar de quien dependía?
Del suscripto.
¿De estos cientos de lugares
de personas, tenia conocimiento la Justicia Provincial o Federal?
Eso es excluyente del ejercito señor.
Acá terminan mis declaraciones.
Edición a cargo de Sebastián Ganzburg
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