Presentarán la obra de Giuseppe Verdi, "Travatore II". Será hoy, el jueves 7 y el sábado 9, los tres días a las 21. Importantes solistas invitados. Dirige el coro el maestro Ricardo Sbrocco. 150 personas en escena.
La obra se estrenó el 19 de enero de 1853 en el Teatro Apollo de Roma.
Una de las piezas fundamentales de la literatura lírica será protagonizada por Oscar Imhoff (Manrico), Laura Varela (Leonora), Gustavo Ahualli (Conde de Luna) y María Fernanda Pérez (Azucena), bajo la dirección orquestal del maestro Guillermo Brizzio y el regisseur Eduardo Rodríguez Arguibel.
Oscar Imhoff y Gustavo Ahualli se encuentran radicados en Alemania y Nueva York respectivamente.
Cabe destacar la participación especial de los solistas tucumanos, Imhoff y Ahualli, quienes actualmente residen en Alemania y Nueva York, respectivamente, y que fueron convocados para este espectáculo.
El elenco se completa con la participación de Marcelo Oppedisano (Fernando), Alejandro Alonso (Ruiz), Cynthia del Carril (Inés), Alberto Aranda (viejo gitano), Mario Moreno (un mensajero).
Directores invitados
Actualmente Rodríguez Arguibel dirige el departamento de Música y Danza de la Secretaría de Cultura la Presidencia de la Nación. Fue director del Instituto Nacional de Musicología y previamente director general artístico del Teatro de La Plata. Su función pública arrancó en 1989, año en que estuvo a cargo de Educción Artística del la Municipalidad de Buenos Aires. Asimismo, entre 2002-2003 fue director nacional de Artes de la Secretaría de la Cultura de la Nación.
Por su parte Brizzio ocupó diferentes cargos de la actividad musical. Se desempeñó como director de estudios del Teatro Argentino de La Plata (1977-1979); director titular de la Orquesta Sinfónica de Bahía Blanca; asistente musical de la Fundación Teresa Carreño de Caracas (Venezuela; incluso fue director de la Orquesta Estable de Tucumán entre 1985-1986 y 1992-1993. Desde 1990 integra el elenco de maestros del Teatro Colón de Buenos Aires.
Il Trovatore es una ópera en cuatro actos con música de Giuseppe Verdi y libreto de Salvatore Cammarano, basada en la obra de teatro El trovador del chiclanero Antonio García Gutiérrez. Fue estrenada el 19 de enero de 1853 en el Teatro Apollo de Roma. Desde su estreno disfrutó de un gran éxito.
La trama se desarrolla entre Vizcaya y Aragón (España) al inicio del siglo XV. La hermosura de sus melodías hacen de ella una de las más representadas y queridas obras del compositor. Aunque se representa mucho, tiene una gran dificultad ya que debe ser interpretada por cinco voces de calidad, y aunque el papel del bajo es muy corto, se precisa una voz rotunda. Lo mismo ocurre en el caso de los cuatro protagonistas principales: Leonora (soprano), Manrico (tenor), Azucena (mezzo) y el Conde de Luna (barítono), todos ellos con arias, dúos y tercetos de gran dificultad, que en esta oportunidad estarán interpretados por talentosos solistas del medio, algunos de los cuales están radicados en el exterior.
En entrevista, el maestro Rodríguez Arguibel se refirió a la puesta escena y a los rasgos particulares que imprimió en esta versión "me interesa una puesta sintética, para mí esta será una propuesta diferente a lo que ya he realizado" –en referencia a las versiones de Il Trovatore que llevó adelante en los teatros Argentino de La Plata y San Martín de Córdoba- "quiero destacar en primer lugar, la identidad, los espejos presentes en la escena permiten que cada personaje traspase dando como resultado el retorno de su opuesto, en segundo lugar trabajo a partir de la concepción de Antonio García Gutiérrez, autor de El Trovador del Chiclanero, obra teatral en la que se basa Il Trovatore, la ópera".
García Gutiérrez destaca la presencia de la naturaleza, por ejemplo el Conde de Luna representa la muerte, nombre que anticipa el espíritu mortuorio de la obra. "Esta significancia dada a partir de los recursos de la naturaleza enriquece la puesta. Sin embargo, trato de lograr una transposición de lo argumental con lo característico de la tragedia de Verdi, quien a puesto acento en lo muerte, ese infierno del Conde de Luna es la realidad en que vivimos todos, la tragedia y la muerte son anacrónicas a la época actual, por eso es una ópera negra y en la actualidad la realidad supera a la ficción, es por eso que quiero un final esperanzador aún cuando respeto el argumento. Mi lectura para esta versión de Il Trovatore en Tucumán tendrá un cierre cuya imagen será la maternidad por ende la vida", anticipó.
Sobre su concepción sobre la puesta en escena, Rodríguez Arguibel dijo "la ópera merece otro tipo de interpretaciones, sin caprichos y con fidelidad y respeto al autor. El reggie es el encargado de plasmar en escena la lectura particular que hace de la obra y lo primordial es que tenga en claro que lo más importante es el autor y no lo que el reggie pueda llegar a lograr o hacer a partir de la frivolidad y la especulación", enfatizó.
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