Tal como ocurre en provincia de Buenos Aires, en Tucumán la inseguridad también obligó a los empresarios y trabajadores del sector a dejar de prestar el servicio en algunos barrios que consideran “peligrosos”. La línea 11 pidió custodia policial para retornar por el recorrido nocturno en el Barrio San Ramón.
La información fue anticipada por el secretario general de la Unión Tranviarios Automotor, Roberto Jiménez.
“La intolerable inseguridad en algunos barrios nos obliga a pedir que se preserve la vida de nuestros compañeros. Hoy, un chofer que sale a la calle pone en riesgo su vida en muchos casos. Sino miren lo que pasa en el barrio San Ramón, la línea 11 dejará de circular hasta tanto no se garantice la presencia de efectivos de seguridad y que los trabajadores no lleven consigo dinero”, argumentó el titular de la UTA y también secretario de Trabajo.
Algunos barrios de la capital, conocidos como “zonas roja”, son escenario de ataque a los choferes de colectivos por dinero o, en algunos casos, por los mismos cospeles. Una de las iniciativas que se impulsa con fuerza desde el sector de los trabajadores es la implementación de las tarjetas las que, sometiéndose al equipo magnético, marcan el viaje.
De esta manera, en el micro, los malvivientes no encontrarían ni dinero, ni cospeles, aunque muchas veces estos asciendan a atacar a los pasajeros y sustraerle sus pertenencias. Por esto, además, se volvería imprescindible la presencia de uniformados en cada unidad.
María Celia Nahra
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