El mandatario sugirió el martes que Brasil debería considerar la imposición de sentencias de cadena perpetua. Bolsonaro, de derecha extrema realizó el equeño de ella.
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Bolsonaro dijo que fue un crimen “perturbador” y añadió: “Es uno de tantos delitos crueles que suceden en Brasil y nos hace pensar que, desafortunadamente, nuestra constitución no permite la cadena perpetua”.
La sentencia máxima en Brasil es de 30 años en prisión. Desde hace tiempo, Bolsonaro se ha expresado a favor de sanciones más estrictas en el sistema penal brasileño.
Bolsonaro afirmó ayer no ser un "dictador" cuando periodistas le preguntaron sobre el decreto en el que liberó la portación de armas, medida que será analizada por el Congreso.
"No soy un dictador, soy un demócrata", declaró el jefe de Estado luego de una ceremonia de izamiento de la bandera realizada en el Palacio del Planalto.
Con esa respuesta anticipó que si el Congreso rechaza su iniciativa va a acatar la derrota.
De todos modos volvió a justificar la importancia de la liberación de las armas al señalar "nosotros sabemos en Brasil que quien está al margen de la ley es quien está armado".
El presidente sostuvo que su intención es garantizar "el derecho a la legítima defensa (..) nada más que eso". Este martes el Senado analizaba el decreto presidencial que autoriza la portación de armas en la via pública, camioneros, agentes de seguridad privada, congresistas y otros grupos. Esa medida está en consonancia con las promesas de campaña que el año pasado formuló el entonces candidato Jair Bolsonaro sobre liberar la portación y también venta de armas.
Sin embargo no es seguro que el proyecto obtenga respaldo mayoritario en el Cámara alta.
El presidente del Senado, Davi Alcolumbre denunció este lunes que él y otros colegas que se oponen al proyecto, fueron amenazados.