27/07/2008 - Partidos Políticos

A reconocimiento de parte relevo de prueba

La resonancia de un caso de corrupción en el ámbito de la Secretaría de Trabajo de la Provincia de Tucumán, y las declaraciones públicas del Gobernador Alperovich, llamas a raptos de hilaridad, señala la Democracia Cristiana.

La corrupción, es un  fenómeno instalado en nuestra administración pública provincial y nacional, en sus diferentes formas.

El peculado, el cohecho, la  malversación de caudales públicos, el enriquecimiento sin causa,  y otras formas mas sutiles de apoderarse de  los fondos públicos, se encuentran institucionalizados y adentradas en la provincia y en el país, de alguna forma también se encuentran incorporadas en una subcultura  en algunas capas de la población.La declaración pública de Alperovich confiesa la incapacidad  de su administración para combatir la corrupción, ya  que los mecanismos se encuentran obsoletos y carecen de la  credibilidad suficiente.En Tucumán no existe una oficina anticorrupción, no hay una fiscalía de instrucción especializada en la lucha anticorrupción, la justicia de instrucción está colapsada, y hay pocos antecedentes de condenas de las innumerables denuncias de corrupción.                                   Las declaraciones del gobernador pidiendo que la comunidad denuncie los actos de corrupción, especialmente el cohecho,  implica un virtual y expreso reconocimiento de la inexistencia de controles internos en los  órganos de la administración pública de su gobierno, en los que podría aplicarse aquel principio jurídico “ a confesión de parte relevo de prueba”.

La Democracia Cristiana reitera que se perdió la oportunidad en la última reforma constitucional de  incorporar al texto de la Carta Magna que los que conduzcan los órganos de control sean elegidos por la oposición, la creación de la policía judicial,  y la policía científica, e incorporar un adecuado diseño del Consejo de la Magistratura y el Tribunal de Enjuiciamiento.   

Lucas Villagrán
Ramón Soria
José Páez