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AMPLIARJuventud en el parque 9 de julio

Los tucumanos poblaron plazas y parques en el Día del Amigo

La ciudad disfrutó de un primaveral día del amigo, producto del excepcional calor de julio. Los espacios verdes se abarrotaron de gente. Grupos de todas las edades. Caras contentas y numerosos mates.

Al mediodía y durante la noche, bares y restaurante se vieron colmados.

El día del amigo estuvo acompañado de una jornada insuperable. Sol, temperatura agradable, ausencia de humedad. Padres, abuelos, chicos, señoritas, familias enteras y varios grupos poblaron los espacios verdes de la ciudad. El Parque 9 de Julio era un escenario bellísimo, la plaza Urquiza, plaza Alberdi, parque Avellaneda, plaza San Martín y el Guillermina presentaban similar postal.

En el 9 de julio, los carritos de golosinas o papas fritas estaba abarrotados. Las chicas se paseaban en lindos grupos. Los muchachos jugaban al fútbol en cuanto espacio libre encontraban. El tráfico por las calles internas era atipicamente intenso. Los juegos, para niños no daban abasto.

Todas las clases sociales convivieron sin problemas. El lago describía un paisaje abrumador. Los más pequeños pescaban junto a sus papás. En el sector del Palacio de los Deportes y Autódromo también se congreagaron. Lo mismo sucedía en el Rosedal.

Todo el predio se pintaba de alegría. Algún abuelo leyendo, sus nietos escuchaban atentos, el amenos cuento. Mates, tortillas y bollos fueron los alimentos elegidos por la mayoría. Como no podía ser de otra manera, las motos tampoco estuvieron fuera del festín.

De a dos, de a tres, o en mayor número, los amigos disfrutaron su día. Grato fue ver a todos contentos, sonriendo o recordando viejas anécdotas.

Cerca de las 19, cuando el sol le daba paso a la penumbra, y la temperatura obligaba a ponerse una campera, los amigos fueron alejándose con rumbos distintos. Los que habían ido en familia partían con los chicos a casa.

En cambio, aquellos que no festejaron durante la mañana o la tarde, comenzaban a salir para compartir algún aperitivo con su par en el centro. La cantidad de gente que circulaba por las calles principales era importante. Bares y restaurantes cubiertos. Un día del amigo inolvidable.

Sebastián Ganzburg