"Hay sectores políticos y económicos que quieren frenar el cambio y desestabilizar la Argentina", dijo el Presidente del Partido Justicialista en un acto realizado en el Mercado Central de Buenos Aires.
Además, destacó lo "acertada" que fue la Resolución 125 que estableció el nuevo esquema de retenciones, a la luz del incremento que tuvo el precio de la soja en el mercado internacional.
El titular del Partido Justicialista, Néstor Kirchner, volvió a defender este miércoles la implementación de las retenciones móviles, y reiteró su denuncia de que hay sectores que buscan "desestabilizar" y "frenar la transformación" de la Argentina.
Al encabezar un acto en el
Mercado Central, el ex jefe de Estado desmintió también la existencia
de una reunión secreta entre la presidenta Cristina Fernández de
Kirchner y el titular de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo
Lorenzetti, tal como publicó este miércoles el diario La Nación.
Al
comienzo de su discurso, pronunciado en el salón auditorio del mercado,
Kirchner se refirió a una falsa amenaza de bomba que se registró en el
lugar minutos antes de su llegada en helicóptero, que hizo retrasar el
comienzo del acto, ya que hubo que desalojar la sala y revisar las
instalaciones.
"Esta claro que hay sectores políticos y
económicos que quieren desestabilizar la Argentina y frenar el cambio.
Este miércoles llamaron para decir que había una bomba. Podrán amenazar
con 100 bombas pero, salvo que explote, la transformación no la podrán
parar en Argentina", expresó al iniciar su mensaje.
En su
discurso, Kirchner volvió a defender la decisión oficial de implementar
retenciones móviles a las exportaciones del sector agropecuario,
destacó la "firmeza total y absoluta" de la primera mandataria para
defender la medida, y aseveró que esa herramienta es el "único elemento
para salvar la mesa de los argentinos".
Lo acompañaron desde el
escenario el gobernador bonaerense, Daniel Scioli; el vicegobernador,
Alberto Balestrini; los intendentes de La Matanza, Fernando Espinoza;
de Florencio Varela, Julio Pereyra; de Ezeiza, Alejandro Granados; el
secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno; y el presidente del
Mercado Central, Carlos Martínez.
En otro tramo de su mensaje,
el presidente del partido justicialista desmintió, a pedido de la jefa
de Estado, una información publicada este miércoles por el diario La
Nación, que daba cuenta de una supuesta reunión entre la primera
mandataria y el titular de la Corte Suprema de Justicia, en la que
Lorenzetti le habría adelantado que el máximo tribunal no avalaría la
resolución 125.
"Sería gravísimo que el presidente del máximo
tribunal adelantara un fallo a la Presidenta o al periodismo.
Estaríamos en el peor de los mundos", manifestó el ex mandatario y,
apuntando directamente contra la publicación, agregó: "Le digo a ese
diario que está equivocado o trata de conspirar contra la verdad".
Añadió asimismo que esperaba que el mismo Lorenzetti -"una persona de bien"- "salga a desmentir" la versión periodística.
Más
adelante, al volver a referirse al papel del periodismo, señaló que
muchos hombres de prensa "no resisten el archivo" y expresó su deseo de
que "la prensa argentina recupere su prestigio, ecuanimidad e
independencia".
En tanto, volvió a arremeter contra el paro que
el sector agropecuario mantuvo durante más de 100 días y acusó al
sector de ser "insolidario totalmente", de tener una "actitud golpista
y desestabilizadora" y de no "importarles que haya más pobres" en el
país.
Luego, agradeció a los trabajadores del Mercado Central
por "haber luchado contra el desabastecimiento" en los días de paro, e
incluso haber trabajado en días feriados y durante el fin de semana
para "cuidar el bolsillo de los argentinos".
"Desde este Mercado
Central, quiero agradecer a tantos héroes anónimos que pudieron
amortiguar un poco todo el daño que nos hicieron durante el paro",
sostuvo.
Finalmente, Kirchner le dio un fuerte respaldo al
gobernador Scioli, quien este martes fue agredido a huevazos por
productores autoconvocados, durante una visita a la localidad de
Olavarría donde se reunió con un grupo de intendentes.
"No eran
autoconvocados. Era una patota de cobardes, porque cuando uno agrede,
es porque no tiene razón en sus reclamos", manifestó y pidió "respetar
la democracia y sus intituciones".
En ese sentido, se preguntó
"hasta cuando los argentinos van a soportar que un sector extorsione al
resto así" y añadió: "no creemos en las patoteadas".
Se preguntó
asimismo: "¿Qué van a hacer ahora? ¿Nos van a matar, nos van a
asesinar?. No van a poder doblegar nuestras ideas. Se terminó la
extorsión en democracia".
Por último, volvió a convocar a "poner
la otra mejilla ante las agresiones" y a "abrir los brazos y las
avenidas de la patria ante los enfrentamientos".
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